metropoli@eluniversal.com.mx

Elementos de la procuraduría capitalina detuvieron a Hugo García El Gordo, integrante de La Unión Tepito, quien confesó haber matado al agente del ministerio público Alfonso Urueta Mendoza, de 53 años, la madrugada del miércoles en las inmediaciones del edificio administrativo de la alcaldía Cuauhtémoc. El sujeto declaró que mató al funcionario por corrupto.

Según lo narrado por el imputado, el agente ministerial habría consignado a uno de sus sobrinos, a quien detuvieron elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) el viernes pasado en la colonia Santa María la Ribera. A decir del presunto criminal, su sobrino sólo estaba fumando marihuana pero con el argumento de que los oficiales tenían que presentar “resultados grandes”, asegura, le sembraron varios kilos de marihuana.

Sin embargo, El Gordo se enteró de que iban a proceder en contra de su familiar, se acercó al funcionario público, quien le pidió la cantidad de 100 mil pesos para no enviarlo a una prisión.

No obstante, dijo el detenido, el agente Urueta Mendoza no cumplió con lo pactado y consignó ante un juez de control a su sobrino.

Con base en lo asentado en la carpeta de investigación FCH/CUH-2/UI-3C/D/45/05-2019, luego de eso y a manera de represalia lo citó el día de los hechos y le dijo que le iba a entregar el dinero, en lugar del efectivo le disparó dos veces en la cabeza con una pistola escuadra calibre 9 milímetros. Al revisar el historial criminal de El Gordo, las autoridades descubrieron que también es tío de Juan Iván El Pulga, jefe de sicarios de La Unión, quien fue asesinado a balazos en junio del año pasado.

Abogado del crimen. Esta situación evidenció una red de corrupción y complicidades entre los agentes del Ministerio Público en Cuauhtémoc con las bandas delictivas que ahí operan.

Hugo García El Gordo se paseaba en las fiscalías de Cuauhtémoc y Venustiano Carranza y era el encargado de defender a todos los detenidos de La Unión Tepito, se ostentaba como abogado, pero en realidad no tenía los estudios necesarios; sin embargo, “conocía” a ministerios públicos con los que llegaba a “acuerdos” para no imputar o consignar a quienes detenían con drogas en la zona Centro, el corredor Roma-Condesa e incluso Polanco.

A cambio del dinero, que presuntamente entregaba a ministerios públicos y agentes de la Policía de Investigación (PDI) de la procuraduría capitalina, también le avisaban de los diversos operativos que se ordenaban para detener a los líderes de esa agrupación criminal. Este sujeto pertenecía al primer círculo de Roberto Mollado Esparza El Betito y de David García Ramírez El Pistaches, ambos presos en el Reclusorio Oriente de esta ciudad.

Aparentemente El Gordo corrompía a poco más de 20 funcionarios de la procuraduría capitalina, asignados en el segundo y tercer turno de las fiscalías ya mencionadas.

De ahí, según fuentes cercanas a la actual administración de la PGJ, la explicación del por qué los detenidos por narcomenudeo eran menores en toda la zona Centro, por lo que la procuraduría local ordenó una investigación exhaustiva para deslindar responsabilidades. Al momento de su detención, a El Gordo se le decomisó una pistola Glock calibre 9 mm, mismo que se usó en el asesinato del funcionario.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses