Joshua Janis es un joven artista que crea, con la ayuda de la tecnología, piñatas realistas hechas de papel mache.

Enamorado del anime, este artista plástico de profesión un día quiso comprar una piñata; sin embargo, ningún modelo le gustaba pues a todas les veía alguna imperfección, por lo que decidió poner manos a la obra y crear una utilizando sus conocimientos en programas de diseño y, al ver el resultado, decidió iniciar su empresa: Piñatas Eskuinkles.

“Trato de darle ese toque artístico, con más detalle, literal: trato de hacer réplicas de los personajes. Yo las veo como una obra de arte y trato de ponerle el corazón y hacerlas lo más parecido que se puedan”, asegura Joshua mientras enrula un pedazo de papel mache.

Esta técnica es el toque que define su trabajo: “Los churros [de papel mache] son el alma de mis piñatas, es lo que las distingue de las demás, es una técnica que no es fácil de hacer, pero tampoco es tan complicado una vez que ya le agarras el ritmo a lo que es hacer churros. Se tienen que hacer de varios tamaños, o sea de varios grosores y con eso le vas dando forma a las piñatas”, detalla.

La inspiración de Joshua para hacer diseños únicos viene de su gusto por las caricaturas y al crearlas conserva a su niño interior. “Así como me ves de adulto, todavía veo anime y cada vez que hago un diseño lo trato de hacer como si me la regalaran a mí”, asevera.

Los personajes clásicos de dibujos animados son los más representativos y solicitados; los emblemáticos personajes de Dragon Ball Z y Toy Story suelen ser los más laboriosos, en los que llega a invertir hasta cuatro días para crear una sola pieza.

Es posible observar en las piñatas de Janis cada parte que las constituye: desde los músculos, el cabello, hasta las espuelas de las botas y los pliegues en los rostros.

Para este artista no hay límites en la imaginación y siempre cumple con los requerimientos de sus clientes. Incluso ha llegado a realizar diseños especiales para empresas y negocios.

“Para lograr que las piñatas sean perfectas, primero le pregunto al cliente qué personaje necesita, posteriormente le consulto la posición que necesita y hago un bosquejo a mano, que después paso a la computadora, en la que planeo cuántos globos voy a usar y luego de eso le hago los patrones para dividir colores, texturas y capas para formar la figura, para finalmente perfeccionarla dándole detalles y relieves, cuidando siempre la proporción para darle el toque realista”, narra.

Los precios de sus creaciones artísticas van desde los mil hasta los 2 mil pesos. Estas esculturas en papel pueden medir desde los 50 centímetros hasta el metro con 80 centímetros. “Las hago grandes para que luzcan y para que el niño o niña vea a su personaje del tamaño que debería medir”.

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