Los chinos le pegan a la pirotecnia mexicana
Los chinos le pegan a la pirotecnia mexicana

Antes de retirarnos, aquel lunes 13 de mayo de 2019, la mujer quien omite dar su nombre, cuenta de manera breve que su accidente ocurrió un año atrás. Un día, mientras laboraba, de repente se prendió la pólvora y el resto de la historia la cuentan las marcas en su cuerpo. Aún así continúa con la fabricación de pirotecnia para niños, que inició desde hace más de 30 años.

Como este tipo de material pirotécnico y otros no acreditados con permisos, es decir, ilegales, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) destruyó 457 mil 738 toneladas de enero de 2007 a diciembre de 2018 en el país, según datos obtenidos vía Transparencia en poder de EL UNIVERSAL.

No sólo eso, a nivel nacional, la misma dependencia —encargada de autorizar permisos— suspendió 370 permisos de 2012 a 2018. El año 2016 se registra como el más alto, con 293. Además, impuso 4 mil 961 multas a productores de cohetes, que realizan compraventa o almacenamiento en el país; 2014 acumuló más, con 990, sin que estas sanciones tengan un efecto para revertir los accidentes que ya suman casi dos centenares.

En el Edomex se concentra la mayor parte de permisos de compraventa. Artesanos obtuvieron mil 354, de los 3 mil 282 otorgados en todo el país. En cuanto a almacenamiento también es donde hay más, con mil 145 de los 3 mil 672.

Sumado a ello, se han cancelado 196 permisos en el país, de los cuales sólo 47 son mexiquenses. Pese a que la entidad gobernada por el PRI donde hay más permisos de almacenamiento y compra-venta, el trabajo de la Fiscalía General de Justicia del Edomex, se reduce a llevar a cabo las primeras diligencias cuando han ocurrido explosiones, explicó Claudio Barrera, vocero de la FGJEM, quien aclaró que esta situación es competencia exclusiva de la Federación. Este diario solicitó vía Transparencia las investigaciones en torno a operativos en contra de la pirotecnia ilegal en el Edomex, sin embargo, la respuesta es que no se cuenta con registros.

Derek Cancino Aguilar, titular del Instituto Mexiquense de la Pirotecnia (Imepi), señala que desde la creación del instituto las explosiones se han reducido en los últimos años, pues se registraron 47, en 2017; 22, en 2018, y 11, en 2019, debido al trabajo en conjunto con autoridades y artesanos.

Explosiones por material pirotécnico

Horas antes de llegar a La Saucera, recorrimos el mercado de pirotecnia de San Pablito, donde en diciembre de 2016 ocurrió una tragedia al estallar por completo. Ahí, un par de vendedores y artesanos coinciden con la mujer de las quemaduras en que los materiales para la fabricación de pirotecnia son de dudosa calidad.

“Los accidentes se dan por exceso de confianza, pero también por los nuevos materiales de importación, como el potasio, aluminio, azufres, y por no conocer su reacción. Hacen falta laboratorios aquí en Tultepec para analizar la resistencia y tolerancia de los materiales”, asegura Luis Rodríguez artesano.

Armando Urban Aguilar lleva 70 años en la elaboración de pirotecnia, comenzó a los 10; sus conocimientos de las fórmulas van de una generación a otra. Las explosiones las aduce a los climas y materiales de fabricación, por ello considera que es conveniente un laboratorio para analizarlos.

“Estos calores (de mayo) nos perjudican para preparar la pólvora, porque aunque estés en la sombrita se siente la temperatura. Los cambios en el uso de materiales es otro de los detalles. Necesitamos laboratorios químicos que chequen cada material que esté en perfectas condiciones”, cuenta.

“Los materiales con los que trabajamos vienen contaminados y por eso se han incrementado los accidentes. Es más, toda la vida hubo gente que tenía cohetes en su casa y no pasaba nada. Una mecha de seguridad no se prende. El clorato (de potasio) está saliendo mal”, explica la artesana con quemaduras.

En el país se han registrado 165 explosiones por material de pirotecnia de 2012 a diciembre de 2018, de acuerdo con otra solicitud de Transparencia. Además, al menos 244 personas perdieron la vida por accidentes pirotécnicos y 894 resultaron heridas en el mismo periodo, según un monitoreo de EL UNIVERSAL a nivel nacional, publicado a finales de 2018. El material y los químicos que mayormente son suministrados en el país y el mundo, proceden del país asiático.

De acuerdo con la Secretaría de Economía, entre 2010 y 2015, las importaciones de pirotecnia ascendieron en 110%, donde el único proveedor fue China, país en el que nueve de cada 10 familias viven directa e indirectamente de este negocio, al tiempo que América Latina es la segunda productora mundial. Por lo anterior, los entrevistados —la mayoría de ellos— han reclamado que las empresas importadoras sean fiscalizadas como corresponsables, pues alegan que esto no les había ocurrido en tantas décadas de trabajo cuando existían químicas mexicanas.

“Nosotros no contamos con ingenieros o químicos para que el material sea probado, calado, y que nosotros lo procesemos. Sólo hacemos como se nos da a entender, de ahí sacamos fórmulas nuevas”, puntualiza Armando Urban. Los artesanos y comerciantes —si bien faltan medidas de seguridad y capacitación, y las explosiones también son por errores humanos cada año en fiestas patrias— consideran que las autoridades no han seguido la línea de investigación de los productos “contaminados”, de tal manera que las explosiones sólo han sido achacadas “injustamente” a los coheteros artesanales.

Responsabilidad en explosiones

Margarito Oviedo de la mesa directiva de La Saucera —donde se ubican los polvorines— difiere sobre las opiniones de quienes culpan al material de importación: “Aparte del material, como sabemos, ya no se produce en México y hablamos del clorato de potasio. Al cambiar de materia prima los conocimientos básicos de los artesanos son empíricos y no se tienen los conocimientos suficientes para su uso”. Para él, algunos fabricantes desconocen las especificaciones técnicas, pero sobre todo señala que la mayoría de accidentes ocurridos en Tultepec son en la zona urbana, son por errores humanos, por no llevar a cabo las prácticas dentro de un polvorín. Aunque también recuerda que en años anteriores se tuvo que regresar mucho producto mexicano que no reunía las condiciones para poder fabricar pirotecnia.

Para el titular del Imepi existen dos causales para las explosiones: una es el factor humano, donde ellos han dado recomendaciones a los artesanos para que hagan un mejor manejo adecuado en la producción de pirotecnia y el almacenamiento de materiales, que se tenga una mejor higiene, no se mezclen sustancias y se almacenen de manera correcta, porque hay sustancias que entran en contacto con el clima.

La otra, es que a veces sustituyen un producto por otro que no tiene la misma pureza. En cuanto al señalamiento de los productos chinos de mala calidad, “el Imepi no puede realizar ningún señalamiento al respecto, pues eso sería irresponsable”, asegura Derek Cancino. En algo se parece Tultepec a la comunidad china de Hunan, la que registra la mayor parte de la producción pirotécnica en ese país: ambos tienen miles de familias que dependen directa e indirectamente de la actividad y ambas han tenido explosiones.

Sin embargo, sigue siendo una actividad riesgosa que ya ha cobrado vidas, en la que al menos, en julio del año pasado, en la localidad de La Saucera hubo 24 personas muertas y 49 lesionadas, según la Secretaría de Salud local. Por la tragedia, la Comisión de Derechos Humanos del Edomex inició la investigación de oficio CODHEM/TLAL/279/2018 y solicitó medidas precautorias con el fin de colaborar con el gobierno mexiquense para atender a los afectados. Al Imepi, a Protección Civil local y al ayuntamiento de Tultepec pidió que adopten “las medidas de protección civil pertinentes para que, en lo subsecuente, se eviten sucesos como el registrado”.

“La Codhem además, solicitó como medida precautoria, que el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia establezca coordinación con la [Sedena] y las instancias competentes, a fin de revisar de manera puntual que el trabajo de los artesanos se efectúe con las mayores medidas de seguridad posibles”, agrega en el comunicado. Antes de salir de la zona de polvorines, un par de trabajadores dicen que quien puede hablar sobre los accidentes, es Margarito, de la mesa directiva de La Saucera. Nos pasan su contacto. Al llamarlo por celular dice estar en un velorio. Otro día nos atenderá.

Camino hacia la calle De los Fresnos, un contingente de personas avanzan cargando coronas fúnebres. Otros llevan decenas de cohetes, que encienden a su paso acompañando el ataúd del artesano pirotécnico que falleció dos días antes por una explosión.

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