“Le voy a ser sincero, la otra opción es la madera ilegal”, dice artesano de juguetes

Metepec, Méx.— Cerca de 200 artesanos de Santa María Rayón, que producían juguetes con madera de los árboles de navidad recibidos en los 18 centros de acopio de la dirección general de la Protectora de Bosques (Probosque), buscan el modo de revivir el programa que dejó de patrocinar la dependencia estatal, con el que desean preservar su actividad artesanal y convertirla en empleo formal.

Joel Hugo Gutiérrez, uno de los beneficiarios, explicó que hasta el año pasado habían recibido la maquinaria para poner en marcha los talleres en los que trabajarían la madera que les entregaba Probosque, proveniente de los árboles de navidad que la gente retira de sus hogares durante los primeros tres meses del año.

La herramienta que les entregó la instancia gubernamental tenía un costo de 500 mil pesos, a la que únicamente tenían que hacerle adecuaciones, a fin de que fuera útil para tallar juguetes; sin embargo, se las recogieron las autoridades, pues los artesanos no quisieron el apoyo.

“El desánimo vino con el cambio de gobierno, hubo la cancelación de programas estatales y federales que dejaban apoyos mensuales y hasta quincenales a los ejidatarios, quienes se acostumbraron a vivir de eso, en lugar de ponerse a trabajar”, admitió.

Este artesano con 40 años de experiencia agregó que a la par percibieron desinterés de la ciudadanía, la cual no entrega los árboles navideños, de donde extraían metros cúbicos de madera para trabajar, y con ello ahorrar los mil 500 pesos que pagan por metro cúbico de madera ilegal.

“Le voy a ser sincero, la otra opción es la madera ilegal, que cuesta 800 pesos y ya viene limpia, es de la mejor calidad. Incluso no tenemos que tallarla como con la extraída de los pinos navideños”, añadió.

Don Joel dijo que para los artesanos de Santa María Rayón la elaboración de juguetes y de utensilios para el hogar como percheros, etc., no es redituable, los intermediarios obtienen hasta 90% más ganancias que ellos, pues apenas les compran en 20 o 30 pesos una pieza que después van a encontrar hasta en 300 pesos.