Huehuetoca, Méx.— Hasta sus macetas vendió Gerardo para poder vivir antes de suicidarse tras ver cómo los ahorros de toda su vida se perdieron en Banco Azteca, relataron vecinos del fraccionamiento Citara.

“Yo quería comprarle su escalera, pero dijo que esa la vendería al final”, afirmó Isauro, vecino de Gerardo, quien el pasado 20 de febrero se ahorcó en la sala de su casa, ante la impotencia de no poder recuperar su dinero que desapareció de su cuenta en Banco Azteca, de acuerdo con un mensaje que dejó escrito en una cartulina verde en un sillón.

Desde diciembre, el hombre de 62 años empezó a salir cada domingo “a vender cositas aquí, sus plantas, muebles, su televisión y estéreo” a la calle Asunción, frente al conjunto Granada, en el lote 7 tenía su casa de interés social, en Citara, donde miles de familias del Valle de México decidieron invertir sus créditos de Infonavit, en uno de los fraccionamientos que hoy son ciudades fantasmas.

“No tengo dinero ni para comer, ni para pagar un doctor o comprar medicinas”, escribió Gerardo en su mensaje manuscrito en el que afirmó que personal de Banco Azteca le vació su cuenta en la que tenía un millón 10 mil pesos.

“Los vecinos lamentamos la injusticia de la que fue víctima”, apuntaron habitantes de la calle Asunción.

De acuerdo con los peritajes, el adulto mayor se habría suicidado el 20 de febrero, pero cuando los colonos se dieron cuenta que no salía y no respondía a la puerta, dieron aviso a la policía quienes abrieron la puerta el 24 de febrero y lo hallaron colgado.

Gerardo decía que no tenía familia, vivía solo, pero después de su suicidio llegaron familiares y abrieron su casa, indicaron vecinos.

“Él era muy amable, buena onda, me saludaba por mi nombre y yo me enteré del suyo hasta que falleció”, lamentó un joven.

El 16 de marzo, autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informaron de la detención de una empleada de Banco Azteca de la sucursal Huehuetoca y de su pareja Ricardo, de 33 y 31 años, en la investigación por fraude bancario, quienes fueron trasladados a los penales de Cuautitlán y de Tlalnepantla, hasta que un juez determine si son responsables o no.

Citara es una de las llamadas Ciudades Bicentenario, planeadas en 2008 en el Estado de México, en el periodo del exgobernador Enrique Peña Nieto, que prometían descentralizar municipios saturados y la Ciudad de México, a donde se podría llegar en ferrocarril en cuestión de minutos.

Hoy son ciudades desiertas con miles de casas deshabitadas, invadidas y saqueadas, por ello los vecinos desconfían de los extraños que llegamos al lugar, puesto que esas calles lucen desiertas durante todo el día y únicamente los fines de semana se ve más movimiento, cuando los trabajadores regresan a visitar sus casas o descansan y salen a regar los jardines.

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