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El dolor no cesa a un año del doble feminicidio de Karen y Adriana, en que “nuestras vidas siguen suspendidas y destrozadas”, señalaron padres y hermanos de las dos mujeres que coincidieron prácticamente sólo en el momento de su asesinato y aparición de sus cuerpos dentro de dos maletas, en el Tejocote, en la vivienda de Fernando, el llamado valet parking del gimnasio Curves, que hoy es procesado por el doble asesinato.

Karen, una joven universitaria de 19 años, y Adriana de 52, desaparecieron el mismo día, el 22 de septiembre de 2016, en hechos que parecían no tener coincidencia.

Estas desapariciones generaron la movilización de amigos, familiares y vecinos de ambas mujeres, que por separado las buscaron casi metro a metro y cuadra a cuadra, desde Lomas Verdes y en la zona de Jardínes de San Mateo donde se ubicaba el gimnasio femenil Curves, en el que Karen trabajaba y junto al cual vivía Adriana la otra víctima.

Tras permanecer prófugo casi medio año, Fernando el llamado “valet parking”, fue detenido en febrero por policías ministeriales de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y luego de ser vinculado a proceso penal, en la última audiencia del 26 de septiembre, rechazó declararse culpable del doble feminicidio y con ello descartó la posibilidad de obtener beneficio de reducción de pena con un juicio abreviado.

La decisión fue cuestionada por Rebeca, la madre de Karen, quien afirmó que Fernando “no tiene ninguna prueba a su favor y decide irse a juicio oral, nos vamos a juicio oral”, al reconocer que este proceso puede extenderse un año o más. “No dijo que es inocente; su defensa lo dijo, porque ese es su papel, pero todas las pruebas nos llevan a él como presunto responsable”, señaló, la madre de la joven universitaria, quien apuntó: “Ojalá esto se resolviera en tres días, para recuperar nuestras vidas, porque ha sido desgastante”.

A un año de este doble feminicidio, sólo Fernando está detenido, “como si él solo hubiera podido someterlas”, señaló Luis Felipe, padre de Karen, quien no descartó que el homicidio de su hija haya sido producto de una red delictiva de “trata de blancas” o delincuencia organizada.

“Ella no está con nosotros, pero sí queremos una justicia ejemplar. Sólo han detenido a este tipo, pero es imposible que él haya actuado solo, que lo hayan encubierto, los mismos dueños del gimnasio, que debieron darse cuenta, es un sitio pequeño, cualquier grito, forcejeo ellos debieron darse cuenta”, aseveró Luis Felipe.

“De por si la justicia no es clara, hoy sólo lo están juzgando a él, pero no se sabe más de otros que participaron. No han averiguado más, de la participación de otros, porque son dos homicidios, cargar dos personas muertas, trasportarlas, no lo hace una persona sola. A lo mejor la niña estaba escogida, se defendió y la mataron”, apuntó el padre de Karen.

“Ojalá el nuevo gobernador entre con ganas de hacer justicia, no sólo a nosotros sino a todas las personas que se encuentran en la misma situación, porque es un hecho que los feminicidios son una constante en el Estado de México”, afirmó.


Esposa: es inocente. Fernando es padre de familia de dos jóvenes de 21 y 17 años y de un niño de 14. “El siempre se preocupó por sus hijos, nunca atacaría a una joven, porque él tiene hijas”, aseguró Leticia, ex esposa del llamado “valet parking”, quien el 26 de septiembre presenció la audiencia de apertura de juicio oral.

“Fue golpeado y amenazado, obligado a llevar las maletas a su casa, no pudo someter a dos mujeres y pagar para que las transportaran, no tenía dinero, lo poco que cobraba se los daba a sus hijos para que fueran a la escuela, porque quería que estudiaran, que no fueran como él, que no terminó ni la primaria”, afirmó quien fue su esposa y de la que se separó “porque no nos entendimos”.

El doble feminicidio lo hicieron sujetos que se dedican al robo de autos y residencias en la zona, que se habían robado una camioneta del gimnasio; Fernando no es culpable, por eso rechazó el juicio abreviado y los beneficios que este le otorgaría, afirmó la mujer.

El hombre detenido en el penal de Barrientos trabajó por 10 años como “valet parking” en el gimnasio Curves, acomodando los autos de las clientas, “ni hubo quejas de las mujeres que acudían a ejercitarse, ni tampoco era adicto, como afirma la fiscalía”, señaló Leticia. “A todos nos trajeron a las instalaciones de la fiscalía mexiquense en Barrientos, los policías amedrentaron a mis hijos y a mí, para que diéramos datos de Fernando. Sabemos que él es inocente, no declaró la verdad porque está amenazado y tiene miedo de que los verdaderos homicidas le hagan daño a su familia”.

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