Las autoridades de protección Civil y de la Fiscalía General del Estado de México en Ixtapaluca , investigan a la gasera conocida como “Peñagas”, pues de acuerdo con denuncias de vecinos de ese expendio de hidrocarburos, aparentemente son quienes compran el gas que los llamados “huachicoleros” y roban en las carreteras que colindan con Puebla y Morelos.

Las quejas, que han desencadenado una serie de protestas en aquel punto, detallan que durante el día, llegan pipas sin número de registro, logotipos y los permisos que exige la Secretaria de Energía (SENER), para poder comercializar el gas.

La investigación de las autoridades apunta a que estas pipas “piratas” son las encargadas de d istribuir todo el hidrocarburo robado a las gaseras clandestinas que han proliferado en el Estado de México.

La estación "Peñagas" está ubicada sobre la avenida Cuauhtémoc, en Ixtapaluca, una zona comercial donde, según la organización civil Conciencia Ciudadana, no se deben de instalar las estaciones expendedoras de gas debido al alto riesgo que representa tanto para colonos como para los comercios aledaños, sin embargo, las autoridades de aquel municipio hacen caso omiso a las peticiones realizadas.

“Lo más grave es que hemos documentado cómo llegan las pipas piratas a surtirlos, en ocasiones incluso de las mismas salchichas surten los cilindros o los camiones, lo que viola toda regla de seguridad para las estaciones, hemos denunciado al propietario, al señor Arturo Peña pero es lo de siempre, los clausuran por unas horas y ya, es evidente que hay corrupción”, comentó Israel Santana, director de Conciencia Ciudadana.

Las protesta de vecinos para exigir a las autoridades de Ixtapaluca que se revise de manera urgente la estación Peñagas iniciaron la semana pasada, sin embargo, los vecinos inconformes dieron a conocer que en lugar de recibir ayuda han sido amenazados por los empleados, quienes los amagaron que, de llegar otra vez a protestas, los vas a golpear.

“Desde el viernes pedimos que nos vengan a explicar que sucede aquí, pero los empleados se pusieron muy pesados con nosotros, nos dijeron que el dueño Arturo Peña es muy influyente y que no quería que lo molestaramos, incluso nos amenazaron, nos dijeron que si nos vuelven a ver por aquí nos van a golpear”comentó Almadelia Trujillo, quien protesto el viernes y este lunes en contra de Peñagas.

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