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Nieves para diabéticos, veganos, millenials y también para perros, es la especialidad de una heladería en Toluca, un concepto que migró desde Cuernavaca y que apenas abrió su tercer sucursal en Metepec, donde encontraron un público bastante amplio que consuma los más de 300 sabores de helados o nieves, como el de hierbabuena, jengibre con miel o sidra, rosca de reyes y hasta de tamal, pero que también se adaptó a las nuevas exigencias y elabora productos sin lactosa, sin azúcar o conceptos que buscan integrar a los nuevos modelos de familia, los que tienen “perrhijos”.

Esta tienda ofrece opciones destinadas también para perros, los sabores son hígado de pollo orgánico y garbanzo con caldo de pollo, recetas que diseña un especialista junto con un veterinario con la finalidad de ser amigables con las mascotas, quienes ahora son parte primordial de una familia.

En la capital mexiquense, los helados son uno de los productos más solicitados a pesar de las bajas temperaturas. Helnie es parte de un concepto de restaurantes llamado Casa Azul, ubicada en la colonia Francisco Murguía, cerca del corazón de la capital mexiquenses en la cual diversos establecimientos cocinan especialidades diseñadas para paladares de la “nueva era”, desde chapulines en tlayudas oaxaqueñas hasta wafles con base en harinas de avena, trigo o sin gluten.

Claudia Montesinos y su esposo exportaron la franquicia heladera del estado de Morelos; en el Valle de Toluca encontraron que dentro de la familia está considerado como principal integrante el perro, de modo que además de endulzar algunos sabores con ingredientes amigables para los diabéticos, también encontraron recetas para las mascotas.

“El maestro heladero es creador de esta idea con sabores estacionales y diferentes, la meta era que además de ser un postre para los animales les haga bien a la salud. Aquí llegan los ‘perrhijos’ con sus padres para disfrutar de un premio que no sólo sabe bien sino es bueno para la salud”, platicó.

En esta temporada, la heladería generó conceptos como el de Rosca de Reyes, que lleva un niño igual que el pan; quien los saca tiene gratis la nieve de tamal el 2 de febrero. Son considerados “helados festivos”, por ejemplo en noviembre habrá de “hojaldra”, como llaman en Toluca al pan de muerto.

“Es una tradición mexicana compartir sabores como el de la rosca, son muy de temporada. Por ejemplo tuvimos ponche, turrón, muñeco de jengibre, dátil, además del exitoso aguacate y sidra”.

En este establecimiento es posible observar especialmente a adultos mayores que consumen sabores sin azúcar y jóvenes con sus perros, una evolución en el núcleo familiar que también ha llevado a los comerciantes a buscar estrategias de venta que incluya a los hijos de cuatro patas.

“Hay una cantidad infinita de sabores; si nuestros clientes van a Europa y prueban un postre, nos dan la idea de modo que logremos un nuevo concepto en frío”, dijo.

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