metropoli@eluniversal.com.mx

El jueves 4 de enero, Gerardo Mejía Arbizo, de 15 años de edad, fue reportado como desaparecido; su familia espera algún dato que les refiera dónde pudo haber pasado nueve días tras salir de su casa a las 20:00 horas para verse con un joven de 19 años de edad, con quien tres días antes entabló amistad y que es vecino de Tenango del Valle, de donde ambos son habitantes.

Tías, primos, vecinos, amigos y la mayoría de los pobladores de este municipio del Estado de México pidieron ayuda para dar con su paradero, pues a la fecha no les solicitaron rescate y les parecen contradictorias, además de inverosímiles las versiones que ofrece Héctor “N”, de 19 años de edad, con quien se vio la última vez en una parada de camión en dirección a la capital mexiquense, sobre la carretera Tenango-Toluca.

Gloria Serrano, abuela y tutora del menor de 15 años de edad, platicó que es la primera vez que el adolescente tiene una conducta extraña, pues si bien abandonó la secundaria un año atrás por tener malas calificaciones y ser víctima de las burlas de sus compañeros, “es un niño tranquilo, como cualquier otro que se va de parranda alguna vez pero siempre avisa dónde está, jamás ha faltado a dormir”.

Excepto que la semana pasada, el miércoles, llegó a las 05:00 de la madrugada, luego de que hizo un nuevo amigo quien al parecer lo invitó junto con un grupo de menores de edad a entrar a un hotel de paso y pasar la noche con una sexo servidora, al menos eso es lo que cuenta su tía Abigail.

“Le dijimos que era una mala influencia porque es más grande. Es casado y vive en Tenango, cerca de la clínica de nuestro señor Padre Jesús, pero es de Valle de Bravo y sabemos que no es bueno”, narró la mujer.

Platicó que para ingresar al hotel, les quitó los celulares a Gerardín —como lo llaman en casa— y a sus cuatro amigos, a quienes además les pidió meterse en la cajuela para poder entrar al hotel; historia que conocieron, pues el mejor amigo de este joven desaparecido es su primo, con quien vive en la misma casa que su abuela y su padre, Gerardo Mejía, pues desde pequeño su mamá lo abandonó para irse a vivir a Texas.

“Con su mamá no está, porque ya hablamos con ella y también está preocupada porque nunca le llamó ni sabe nada sobre él. Ella se fue, hizo su vida, allá tiene a su marido, sus hijos, no sabe del paradero de Gerardo”, dijo Gloria Serrano.

El día que salió de su casa, Gerardo dijo a su abuela que no tardaba, a su primo le contó que junto con Héctor “iría a cobrar un dinero a Querétaro y después éste pagaría la parranda pero regresaría por la mañana”.

La esposa de Héctor dijo que todo el jueves no pudo ver a su marido, quien ni siquiera llegó a dormir, pero el viernes, cuando éste regresó a Tenango, se presentó de inmediato con el grupo de amigos de Gerardo, les invitó la “parranda”.

Al ser cuestionado sobre el paradero del menor, respondió que lo vio el miércoles por la noche para prestarle mil pesos, presuntamente porque Gerardo se encontraría en ese mismo punto con una mujer que lo recogería en un BMW para llevarlo a la CDMX y quien le pagaría la “fiesta”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses