La reapertura de todos los negocios del Centro Histórico, con la característica de que será en exteriores, significa un avance para los trabajadores y gerentes de tiendas que, derivado de la emergencia sanitaria, han visto mermados sus ingresos.

Sin embargo, también refirieron que será complicada la operación y exhortaron a los clientes a acoplarse al nuevo sistema de servicio.

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en calles del primer cuadro de la Ciudad, donde la mayoría de los negocios permanecen con las cortinas metálicas abajo, trabajadores vieron favorable el anuncio del Gobierno capitalino para reabrir todos los negocios.

Contaron que la decisión no sólo beneficiará a los dueños de los comercios de diferentes giros, sino que evitará la pérdida de trabajos, que se retomen las metas en ventas, así como que se vean favorecidos en sus centros laborales.

Para Alejandro Gómez, gerente de una tienda de trajes, la reapertura del próximo lunes es un gran avance para el rumbo de los negocios, pues, aseguró, las ventas en el negocio han bajado demasiado.

Además, sostuvo que las medidas implementadas por el Gobierno, como la atención al aire libre, podrían perjudicar a muchos negocios que tienen productos de riesgo, como la ropa u otros accesorios.

“Las ventas están por los suelos y mucha gente está teniendo que hacer otras cosas. Todos los negocios atendiendo al aire libre es una opción; sin embargo, en productos de riesgo, como ropa o accesorios, corremos riesgo de robos”, comentó.

“Va a funcionar para todos; no podemos seguir cerrados”
“Va a funcionar para todos; no podemos seguir cerrados”



La atención al aire libre ha sido adoptada por diferentes comercios desde el inicio de las restricciones por la emergencia sanitaria. Esta casa editorial ha registrado durante todo este periodo de contingencia el desarrollo de las operaciones en el primer cuadro de la Ciudad.

Negocios como ópticas, ubicadas en Allende y Tacuba, así como algunas tiendas de ropa que se negaron a cerrar sobre 16 de Septiembre, se adaptaron a las nuevas circunstancias.

Afuera de muchos negocios podía observarse a trabajadores tratando de captar clientes, a pesar de tener las cortinas metálicas de los locales abajo. Así se ha desarrollado la operación en el Centro, aspecto que señalaron los comerciantes.

También refirieron que aún la situación es complicada por el semáforo epidemiológico, pero que es necesaria la activación del primer cuadro de la Ciudad, la cual depende del comercio. Si ha funcionado para los restaurantes, va a funcionar para el resto de los comercios, sin afectar con contagios de coronavirus, aseguran.

“Va a funcionar para todos los que trabajan en el Centro, no podemos seguir cerrados”, dijo uno de los trabajadores afuera de un local.

Sobre la calle de Independencia los restaurantes lucieron llenos; metros adelante, en el Barrio Chino, los pocos que hay también tenían un aforo fluido, igual que en los negocios de comida de Francisco I. Madero y 16 de Septiembre.

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