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Para hacer frente a la escasez de agua que se vive en la Ciudad, los habitantes deben enfrentarse a pagos de hasta mil 800 pesos por la compra de pipas, o formarse desde las cuatro de la madrugada en las garzas del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) para acceder al recurso.

De acuerdo con información de empresas que ofrecen el servicio de pipas de 10 mil litros, los precios oscilan entre los mil y mil 800 pesos en las delegaciones Iztapalapa, Tlalpan y Venustiano Carranza.

La más barata se costeó en Iztapalapa (mil pesos). La empresa condiciona que el agua sólo se llevará a un domicilio. La más cara se detectó en Tlalpan, donde el pago por una pipa de 800 litros es de mil 800 pesos.

En todos los casos, la entrega de agua tenía que esperar hasta el día siguiente, por la carga de trabajo.

Personas de escasos recursos prefieren formarse desde la madrugada para acceder a una pipa. Ese fue el caso de los habitantes de Iztapalapa, demarcación más afectada por la falta de suministro, quienes llegaron a la garza La Purísima, en la colonia Leyes de Reforma, a solicitar agua.

María del Carmen Gómez, de la colonia Ampliación Barrio San Miguel, llegó a las cuatro de la mañana y alcanzó el turno seis. Para las 11 de la mañana no había recibido el servicio, pues la entrega de agua también se realiza en hospitales y escuelas de 10 colonias a la redonda.

De acuerdo con el encargado de la garza, Arnulfo Aguirre Velázquez, el abastecimiento a estos inmuebles y las fallas que hay en las tuberías hacen que el llenado de las pipas sea lento y por ende la entrega.

Camerino Bautista llegó a las cinco de la mañana y alcanzó la ficha siete: “Para nosotros es un sacrificio madrugarle, estamos sin desayunar, sin tomar nada, esperando a que nos lleven la pipa de agua”.

Al igual que Carmen y Camerino, unas siete personas estaban a la espera de una pipa.

En la colonia La Hera, donde habitan personas de escasos recursos, se vive otra realidad. Mientras las pipas de agua circulan por las avenidas, los colonos de la calle de Albino Aranda sólo tienen una forma de hacer frente a la crisis: conectar su manguera a una fuga de agua en un terreno aledaño, donde acaban de demoler un inmueble.

El permiso de ingresar lo tienen del dueño, afirmó María Gutiérrez, quien diariamente se levanta a las seis de la mañana a conectar su manguera y aprovechar para llenar seis cubetas, dos tinas de baño para bebé y una caja de plástico.

“La escasez se ha agravado los últimos días, pero realmente no tenemos agua desde el sismo del 19 de septiembre. De que el agua se desperdicie en el terreno, a que nosotros la ocupemos, mejor nosotros”, dijo.

El agua, de acuerdo con la señora María, es por horarios, sale de seis a siete de la mañana. No todos alcanzan a abastecerse.

En entrevista, el director del Sistema de Aguas de la CDMX, Ramón Aguirre, afirmó que el consumo de agua depende del clima y reiteró que el costo de la contingencia ha sido de 40 millones de pesos.

“Donde está normalizado el clima empieza a regularizarse el suministro. Ahora que está lloviendo (...) necesitamos volver a llenar los tanques, se requiere tiempo, es un proceso que en condiciones normales toma alrededor de tres días”, comentó.

En ese sentido, será hasta el viernes cuando el suministro de agua en cinco delegaciones se normalice. Se prevé que a partir de mañana el abasto llegue a 90%.

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