metropoli@eluniversal.com.mx

Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, analiza con cautela su futuro inmediato que pasa por las definiciones que se tomarán en el Frente Ciudadano por México y por el que quiere competir como candidato a la Presidencia de la República.

Su rostro cambia cuando toca ese tema y asegura que el frente “abre posibilidades de triunfo” y no sólo a nivel federal, sino que también es una opción clara para retener la capital del país, donde Morena está al frente de las preferencias electorales.

Este tema impacta en su toma de decisiones. Hace un año Mancera Espinosa adelantó que nada más rendía su último Informe de Gobierno y se iba en busca de la candidatura, hoy la respuesta es diferente: “El Frente estará estableciendo algún método y ya que lo conozcamos estaremos tomando las decisiones”.

Entre los bustos de Emiliano Zapata y José María Morelos y Pavón, que decoran el lobby de su oficina en el primer piso del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, Mancera Espinosa hace un balance a EL UNIVERSAL de su gestión, no del Quinto Año de Gobierno.

Recuerda que la peor crisis que vivió en su gestión fue el plantón de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en 2013 y reconoce que con la suspensión del servicio en la Línea 12 del Metro inició su caída en las preferencias de los capitalinos, “pero de estar en una situación similar volvería tomar la misma decisión”, remata el Ejecutivo local.

Argumenta que era real la posibilidad de un descarrilamiento y, de haber sucedido, las circunstancias serían otras.

¿Este va a ser su último informe señor?

—Es muy probable, probable.

Por lo que se ha visto en sus spots parece que sí es su último informe y ha dicho que no se echa para atrás en la búsqueda de la candidatura presidencial. ¿Aún está así?

—Aún está así.

¿Con el Frente o sin el Frente?

—Ahora estamos construyendo el frente, esperemos que se consolide, si no sucede así vamos a ver cuáles son las opciones reales.

¿Cómo se ve en el Frente?

—Ahí me gustaría competir en el Frente, con las opciones que se vayan a plantear y pues el que gane.

¿Con quién se ve compitiendo?

—Creo que ahí están Rafael Moreno Valle, ahí está Ricardo Anaya, ahí está Margarita Zavala, ahí está Silvano Aureoles, lo ha dicho Graco [Ramírez] también.

Yo creo que hay varios que han levantado la mano, más los que pudieran sumarse.

¿El Frente Ciudadano por México abre posibilidades de triunfo reales?

—Sí. Sí abre posibilidades reales, yo lo veo como una opción efectiva también en el panorama, hay buenos resultados y hay muy buenos números.

¿Ya habló con los líderes de los diferentes partidos?

—He platicado con los diferentes liderazgos y lo que me gusta es que no se ha puesto sobre la mesa nada más una parte ideológica, sino lo que está siempre sobre la mesa es el país, el futuro de México y eso lo mantiene unido.

¿Qué le viene mejor a Miguel Ángel Mancera, elecciones o encuesta?

—Debe haber un método que se construya y que sea ponderado. Las encuestas se mueven cuando planteas el Frente y se mueven de manera muy interesante, pero tampoco creo que sea algo definitivo o definitorio.

Yo creo que debe haber un tema ponderado con otros factores.

¿Ponderado en qué sentido?

—Puede haber una parte de elección abierta, una parte de encuesta y una parte de consenso también. El consenso es importante, yo creo que ahí también vale la pena conocer la opinión.

¿Si no es candidatura presidencial estaría en otra vía, se habla de Fiscalía General de la República?

—En este momento no veo ninguna otra. Hoy no.

El jefe de Gobierno, Mancera Espinosa, se acomoda en el sillón de piel color café para hablar sobre lo que ha hecho y dejado de hacer en la Ciudad de México, a la que dice que ama profundamente.

“No estoy satisfecho con lo realizado, como servidor público nunca puedes estar satisfecho de lo que se hace”, declara.

“De verdad amo a la Ciudad de México, si me plantearas que hay una posibilidad de seguir trabajando, lo podría hacer por más tiempo”, dice.

¿De qué se siente orgulloso de su trabajo en estos últimos cinco años?

—Muy orgulloso de salvar vidas, con una normativa que hoy le da una posición internacional a la Ciudad de México, como ciudad responsable, que nos da cifras de que se están salvando al día, por lo menos 20% menos de homicidios, y que se pone orden en la ciudad.

Porque los motociclistas usan casco, porque los vehículos se están deteniendo antes de las cebras peatonales, porque los conductores estamos manejando menos rápido que antes, estamos pensando más en el ciclista, estamos volteándolo a ver y existe.

Pero esa decisión le valió muchas críticas.

—Muchas y todavía hay mucha gente enojada que quisiera que regresaran las velocidades que se tenían antes.

Ya he explicado por qué debe ser, incluso se llegó a meter el tema del medio ambiente en eso, pero la OCDE aclaró y dijo que las velocidades bajas eliminan la posibilidad de contaminación. Es una ciudad en la que hay que poner orden en otras cosas.

¿De las crisis que enfrentó cuál la que más recuerda o la que más le impactó?

—La más desgastante de todas fue la de los maestros, porque tenía varios componentes, era la molestia social de quienes querían que actuáramos con mucho mayor fuerza, era la molestia social de quienes actuábamos con cierto grado de fuerza pedían que fuéramos mucho más laxos, era el riesgo de que en cualquier momento hubiera un lesionado, un muerto, que la Ciudad de México se tiñera de sangre.

Pero el desgaste para la ciudadanía fue mayor por la afectación para no poder circular libremente.

—Pero no puedes permitir que una causa manchara de sangre a la Ciudad de México, el riesgo de tener un enfrentamiento con 30 mil personas, con tu fuerza pública. No puede terminar bien una cosa así.

¿Qué paso con la Línea 12 del Metro?

—Cuando el experto en vías y en trenes vino para acá, que ellos tuvieron un caso fuerte también me dijo: ‘Mire, tiene dos opciones, puede parar y solucionar esto en un año o puede no parar y a la mejor llevarse 10 años’.

Entonces yo le pregunté: ‘¿Cuál es ese riesgo?’, me dijo: ‘Siempre se va a poder descarrilar ese tren’.
No es lo mismo que en una vía que seguramente como ellos la tenían, al ras de piso, tuvieras las posibilidad de que se te descarrilara un tren a que se te descarrile un tren a 25 metros de altura, un accidente ahí era impensable.

Eso le costó mucho porque a raíz de ello comenzó a caer la imagen de Miguel Ángel Mancera.

—Porque dejé sin circular a 500 mil personas en la capital de la República.

¿Se equivocó con esa decisión?

—No. Si volviera a estar en las mismas circunstancias lo volvería hacer, no podría yo arriesgar. Si ahorita me dijeras que hay una línea que puede descarrilar o puede tener algún daño o lo que teníamos en ese momento de escenario, la pararía.

“Cada quien tiene sus lealtades”

Mancera establece que el crecimiento de Morena mucho tuvo que ver porque un buen número de personas ocuparon los puestos en su gabinete para impulsar este partido político, que hoy está al frente de las preferencias.

“Cada quien sus lealtades y cada quien sus cuentas cuando las tenga que rendir, pero son temas personales, de convicción personal además”, precisa. Asegura el jefe de Gobierno que aún cuenta con un grupo de colaboradores.

¿Pero se quedó con un grupo muy chico?

—Le agradezco a los que se tengan que ir. Así como se fueron de esta, se van a ir de la que sigue. Ya verá, el tiempo hablará.

Parece que ahora Morena ya tiene divisiones, ¿cómo lo ve?

—Están en un momento complicado, por lo menos eso es lo que dan cuenta los medios de comunicación.

¿Le preocupa que Morena llegue al gobierno de la ciudad?

—No, no me preocupa, quien decida la gente que la gobierne que lo haga, ojalá que sea alguien que tenga convicción de servicio a la ciudadanía y si lo hace mejor que nostros, y si lo hace estupendamente bien que bueno, porque a todos nos irá bien.

¿El Frente Ciudadano por México también tiene cabida en la ciudad?

—Sí claro. El Frente tiene cabida en la ciudad y de consolidarse nacionalmente deberá estar en la ciudad.

¿Con posibilidades reales de competencia?

—Con posibilidades reales.

¿Cómo deja la casa luego de los escándalos de otros gobernadores?

—No tengo nada que no conozca la gente, no he hecho nada que no esté planteado en los libros y en los actos de gobierno, no me van a encontrar temas ni cosas que no sean las propias del gobierno.

¿No se va a exiliar a otra ciudad o país?

—¡Nooo! Yo soy de la ciudad, de toda mi vida, yo soy de la Ciudad de México. Aquí quiero seguir y ojalá que todas las cosas se den para que pueda seguir aquí, con otras responsabilidades.

¿Quién se va a quedar encargado de este negocio?

—Todavía no lo sé. Tendrá que ser alguien que esté en el gobierno, sin ninguna duda y alguien que pueda llevar esta conducción hasta el cierre de la gestión.

No es un asunto menor bajar la cortina.

—No es un asunto menor porque tiene que haber mucha transparencia, porque tiene que haber una buena conducción en cada una de las áreas para que vayan cerrando cada uno de los proyectos de la Ciudad.

¿Un perfil económico o más bien social?

—Yo creo que debe de conocer de todo un poco.

¿Este domingo ya se despide?

No porque todavía seguimos, yo creo que esta decisión se estará tomando a finales del próximo mes de octubre.

¿Qué ajustes hay que hacer en el gabinete?

—En el gabinete yo creo que simplemente que funcione, habrá algunos que estarán buscando incorporarse a las tareas de otras fuerzas políticas, no tengo ninguna duda y otros que estarán buscando su propio juego.

El mandatario capitalino esperará que se tomen las definiciones en el Frente Ciudadano por México y ver hacía donde enfila su futuro. Por lo pronto hoy rinde su Quinto Informe de Gobierno y continuará hasta finales de octubre en la administración capitalina.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses