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Miguel Ángel Cancino Aguilar, quien ayer dejó el cargo como Procurador Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de la Ciudad de México, exhortó al Gobierno capitalino a mejorar la normatividad y cambiar el chip de cómo se están tomando las decisiones administrativas.

“El reto de la Ciudad de México es que vecinos, autoridades, jueces, todo mundo, tengamos certeza de lo que se puede o no hacer en el territorio; mientras no la tengamos, pueden pasar muchas cosas”, comentó.

Uno de estos cambios, aseguró, es el tema de las mitigaciones, pues señaló que se debe modificar la ley pensando en el agua, la vialidad, el espacio público y las áreas verdes, pero haciendo compensaciones antes de la construcción o anterior a la operación de cualquier desarrollo.

“Es un tema que se tiene que revisar y corregir. Hoy por hoy se cumplen las condicionantes mucho después de que ya se opera; hablamos de centros comerciales y edificios habitacionales y la ley te lo permite”, dijo.

Durante su último día de labores, en su oficina en la colonia Roma, el funcionario expuso que se queda un gran pendiente para el Gobierno, principalmente del congreso de la Ciudad, para convertir a la PAOT en una autoridad sancionadora.

“Lo que sigue para la PAOT es convertirse en una defensoría pública, como un órgano autónomo, profesionalizado, vinculado con los habitantes de la Ciudad, con los comités, en una muy buena alianza”, expuso.

Como parte del balance de su administración, destacó que levantaron 219 expedientes donde se construyeron niveles de más, en donde se aprovechó el polígono de actuación para violar la normatividad.

Cancino Aguilar consideró que los polígonos de actuación son un instrumento adecuado; sin embargo, en la Ciudad de México hay una regulación deficiente y eso da una discrecionalidad muy amplia a las autoridades.

“Los instrumentos de revisión de los polígonos de actuación tienen que revisarse y corregirse. Sí encontramos casos donde los polígonos se utilizaron para darle la vuelta a la normatividad, para violarla, para que se asignará un uso de suelo distinto o que las alturas no coincidieran con las determinaciones de los planes”, aseguró.

Explicó que los polígonos están hechos para que en el mismo predio se juegue con la densidad y los usos del suelo, pero fueron mal utilizados; como uno en la colonia Tabacalera, que rompió con la validez del instrumento al tener un predio en esa colonia y otro en la Roma.

Otros de los proyectos que tuvieron ese problema fue en Santa Fe en las calles 1 y 2, donde desaparecieron una vialidad, y en la colonia Del Perro, en Paseo de los Laureles, donde ya se había ocupado su densidad.

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