david.fuentes@eluniversal.com.mx

La tragedia del domingo en la que cinco niños murieron después de que el vehículo en el que viajaban chocara contra un árbol a 150 kilómetros por hora, enlutó al pueblo de Santa Catarina Yecahuízotl, en Tláhuac.

Amigos, hermanos y compañeros de los fallecidos estuvieron con ellos durante la misa que cada familia realizó por separado. Con el uniforme de la Secundaria Técnica 95, fueron llegando poco a poco a las casas.

El párroco Heriberto Ortega pidió a las familias no perder la fe y entender el trasfondo de la tragedia. Consciente que en ese momento no hay nada que reconforte a los deudos, el religioso pidió elevar una oración para el descanso de los niños.

Los padres hablaron poco, no querían fotos ni videos. Revelaron que la autoridad delegacional los apoyó con los trámites burocráticos; también les han brindado asesoría jurídica; no han pensado qué más sigue, “sigo sin creerlo, no lo creo aunque mi hija este ahí en el féretro”, comentó la madre de una niña de apenas 13 años.

Sobre el infante que conducía el Pontiac, los padres de las víctimas dijeron no conocerlo, no tener mayores referencias de él ni de sus padres.

“Lo que nos importa ahora es que nuestros hijos estén en paz, después ya veremos qué pasa con ese niño. De hecho ni si quiera nos queda claro cómo fue el accidente, quién lo conocía y por qué estaba todos ahí en ese carro, primero queremos despedir a mi niño y luego vemos lo demás”, contó entre lágrimas el papá del jovencito de 14 años.

La Ley Nacional de Justicia para Adolescentes establece que los niños menores de 12 años son inimputables, pero los de 12 a 14 años sí pueden ser acusados, pero no privados de la libertad o internados. Las medidas cautelares sólo podrán ser impuestas por un juzgador.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses