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En la terminal Pantitlán de la Línea 5 del Metro de la Ciudad de México que va a Politécnico, una pareja de origen colombiano fue víctima de un robo que duró 10 segundos.

Los novios dijeron que no vieron a ningún policía en el andén, mucho menos en el trayecto hacia su destino.

Una vez más la delincuencia se hizo presente en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro. Alrededor de las 11:45 horas del viernes, una chica y un joven provenientes de Colombia esperaban el tren de la Línea amarilla en la terminal Pantitlán para dirigirse hacia la estación Oceanía.

Mientras aguardaban la llegada del transporte, Ana “N” y su novio platicaban de su estancia en México, de pronto, vieron que el convoy del Metro se acercaba al andén hasta que los vagones se detuvieron por completo frente a ellos para abrir sus puertas y permitir el acceso a los usuarios. En ese momento, los colombianos ingresaron.

Ana recordó que abordaron el transporte de manera tranquila pues éste se encontraba vacío, así que decidió que se sentarían a un costado de la puerta.

La mujer relató que tienen un mes en México y es la primera vez que visitan el país.

Agresión exprés. Ana es una joven de 28 años morena, vestía una blusa y un mallón negros, pero en los lóbulos de sus orejas había rastros de sangre; su novio vestía una playera sin mangas azul rey y unos jeans de mezclilla; era de piel morena y su cabello lucía un peinado afro.

Sobre las heridas, la chica relató que fueron provocadas por un sujeto, el cual, en 10 segundos, se colocó entre la entrada del vagón y el andén, se estiró, la tomó de los oídos y la despojó de sus aretes tipo argolla, los cuales eran de plata.

Dijo que nunca se percató de la presencia del tipo que la agredió para quitarle sus accesorios.

“Estaba con mi novio esperando el Metro, hablábamos de los lugares que hemos visitado en la Ciudad, después vimos que el tren venía, se detuvo, abrió sus puertas y enseguida nos metimos; como el vagón estaba vacío, me senté con mi pareja cerca de la puerta.

“A los 10 segundos que habíamos tomado asiento sentí como unas manos apretaron mis oídos, grité y cerré los ojos, cuando los abrí sólo observé al tipo correr, luego se cerraron las puertas y, pues, me robó mis aretes”, lamentó Ana.

La joven comentó que después de lo ocurrido un usuario se acercó a la puerta para ver a la persona que cometió este acto, después observó a la chica y sólo exclamó: “Se quedó un rato parado [ladrón] y desapareció, y no hay policías cerca”.

La víctima expresó que durante el trayecto de Pantitlán hacia su destino, ella y su novio no observaron policías. Comentó que habían escuchado sobre los robos en el transporte público de la Ciudad, pero hasta el momento, no habían sufrido ningún percance.

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