Comerciantes informales saltan a la política en la CDMX

De la venta en la vía pública a gobernar desde el Antiguo Palacio del Ayuntamiento o encabezar una alcaldía, ocupar una curul en San Lázaro o en Donceles, es a lo que aspiran por lo menos cinco candidatos involucrados directamente con el comercio informal.

Lorena Osornio, Sofía Dinorah Trejo Bac, Esther Martha Chavarría, María de Jesús Rosete Sánchez y Rubén Érick Jiménez han ejercido el comercio informal en la Ciudad de México. Pertenecen a organizaciones con poderío y van con las banderas del PRI, Partido Humanista, así como de las coaliciones Juntos Haremos Historia (Morena-PT-Encuentro Social) y de Por la CDMX al Frente (PRD-PAN-Movimiento Ciudadano).

También está Diana Sánchez Barrios, quien quedó fuera de una candidatura para la elección del 1 de julio, pero que ahora es la que coordinadora de campaña del morenista Néstor Núñez, quien busca gobernar la Cuauhtémoc.

De acuerdo con expertos en materia electoral, este proceso registra el mayor número de aspirantes relacionados con el ambulantaje y también el que permite, por primera vez, que una líder de comerciantes, sin abanderar ningún partido político, logre una candidatura para la jefatura de Gobierno.

En esta ocasión, EL UNIVERSAL habla no sólo de cadenas familiares, sino comerciales que fueron inscritas ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) hace unos meses.

Nuevos feudos

“Se ocupan los liderazgos para seguir fomentando una actividad irregular que lleva más de 30 años. A pesar de estar en el poder, siguen dejando ese hueco social para continuar con los cochupos con las fuerzas políticas”, opina Víctor Hugo Gutiérrez, doctor del Instituto de Estudios Superiores en Administración Pública.

Pone como ejemplo la presentación de diversas candidaturas entre ambulantes por distintos partidos que representan un número importante de votos. “Hay un contubernio con los que ejercen el gobierno, se gestan grupos y buscan un espacio para la defensa de sus intereses”.

El también apoderado legal de la Confederación para el Desarrollo Humano de la Ciudad de México alerta que si el voto corporativo es sólo por una curul, el riesgo para el sector será nuevamente tres años tirados a la basura.

Para Felipe Delint Soto, integrante de la Federación Internacional de Comunicadores (FIC), el ambulante dejó de ser el vendedor aislado de verduras o productos que se erigía como personaje típico de la Ciudad de antaño.

Ahora se ha transformado en un actor inserto en organizaciones sociales activas que cumplen una función política y económica importante en el contexto local. Cada vez ocupan más espacios dentro de la administración pública.

Son tomados en cuenta y ya hasta son considerados un ejército, por lo menos así lo declaró el candidato del PRI a la jefatura de Gobierno, Mikel Arriola Peñalosa, frente a la líder de comerciantes ambulantes, Alejandra Barrios Richard, y les ha pedido que “se la rajen juntos” para obtener la victoria en julio.

Estadísticas refieren que los informales generan más que los empresarios, alrededor de 20% del PIB y en época electoral son más redituables.

“Son conveniencias, somos un sector que tenemos que tener un cobijo porque si no es así, no hay facilidad de trabajar”, declara Mayolo Juan Martínez, presidente de Nuevo Grupo de Comerciantes Ambulantes del Centro Histórico.

Sin señalar a un partido en específico, cuestiona que los candidatos se acercan, pero llegando al poder, se olvidan.

En su opinión, los ambulantes están abandonados, y aunque los candidatos dan su palabra de que verán por el comerciante, la realidad es que no saben cómo resolverán este gran problema que es una olla exprés a punto de explotar.

Mayolo Juan se expresa bien de Rosete, Trejo, Osornio, Érick y Alejandra Barrios, pues destaca que son compañeros de lucha y que han sufrido igual que ellos en la calle y a ciencia cierta saben cuál es el verdadero problema del comercio en vía pública.

De la calle al fuero

La delegación Cuauhtémoc ha sido clave para que estos candidatos puedan ambicionar un cargo de elección popular. Es la que congrega más de 200 agrupaciones o frentes que han permitido tener el control del negocio de la informalidad.

La primera comerciante en marcar precedente en un cargo de elección popular fue Alejandra Barrios.

La priísta “de hueso colorado” como ella misma se autonombra, ha sido ex diputada local y ex candidata delegacional; no se ha candidateado como jefa de Gobierno. Actualmente su nexo familiar ha permitido que su círculo cercano anhele un cargo este 2018.

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Alejandra Barrios siempre ha salido en defensa de sus ocho hijos, 28 nietos y 24 bisnietos. Hay que aclarar que no todos han competido por un cargo. Ve natural que cada uno haya buscado aliarse a un partido distinto del de ella.

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Es licenciado en derecho y aclara a esta casa editorial que su lucha por una curul al recinto de Donceles y Allende es producto del trabajo de hace años.

“Ha sido una parte de esfuerzo y lo que ves en mí es una parte del trabajo realizado por Alejandra Barrios. La primera vez me tocó competir en 2012 por una candidatura y entramos por el segundo mejor votado”, externó.

Admite que estar inmerso en el comercio informal no da mayores oportunidades de llegar a un puesto de elección popular.

De su tía política, Lorena Osornio, no habla y dice que desconoce si también está vinculada al sector.

No obstante, Osornio Elizondo hace tres años contendió como aspirante a la jefatura delegacional en Cuauhtémoc, también por la vía independiente. Buscó formar parte de la Asamblea Constituyente, pero por los requisitos no pudo llegar. Vive en La Lagunilla y esclarece que no es líder de comerciantes, sino microempresaria de la Plaza del Estudiante, y ser independiente hasta de su suegra.

No le molesta que la asocien con los ambulantes, como tampoco estar vinculada con la familia Barrios Richard, aunque “como en todas las familias, cada quien tiene su casa, toma sus propias decisiones. Ellos están apoyando a otro partido y desde ahí te están diciendo que no quieren nada conmigo”.

“Somos los más trabajadores”

María de Jesús Rosete Sánchez es candidata a una diputación federal por la coalición Juntos Haremos Historia. Es de Tepito, donde asegura vive la gente más trabajadora. Se dice guerrera y tomó fuerza con el levantamiento de 2007, defendiendo varias organizaciones al grado de conformar el Frente Metropolitano de Organizaciones Populares (Fremop).

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Por años ha sido rival de Alejandra Barrios por los espacios para los ambulantes. Era perredista y hoy se juega una curul por la coalición, pero abanderando el Partido Encuentro Social (PES).

Confiesa que le hubiera encantado contender por una diputación local, pero tener la oportunidad de estar en un nivel federal le ayudará a luchar por la familia y el empleo, sus dos banderas.

“Las autoridades no se pueden hacer ojos ciegos y oídos sordos ante el panorama que atraviesa el sector comercial”. Llama a todos los candidatos, sin importar color, a que se anteponga el bienestar de la mayoría y se pongan de acuerdo a favor de este sector.

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Es una líder que aglutina a más de 10 mil comerciantes a través de la Organización Democrática del Comercio Popular. Se ha distinguido por luchar en contra de un estado de anarquía y corrupción entre su mismo sector.

Se le conoció como la integrante del Bloque del No al proyecto del Corredor Cultural Chapultepec, durante la administración del ex delegado perredista Alejandro Fernández Ramírez, al grado de echarlo abajo junto con Morena.

Trejo Bac recuerda que es dirigente social de la Unión Popular Centro Morelos con la cual se entregaron un millar de viviendas en la reconstrucción de 1985.

Aunque en 1995 participó plenamente en el comercio popular, recalca que su actividad ha sido más de una dirigente social y política estatal.

“Puede haber un gobierno electo pero no legítimamente reconocido, y si el escenario político se complica y hay vicios, impunidad, para poner a un candidato, cualquiera que sea vamos a tener que plantear una insurgencia cívica y establecer un gobierno paralelo”, pronosticó.

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Es hija de Benita Chavarría, quien tuvo una primera reubicación en el año 1993 para que después en 2007, su hija Esther apareciera y se conjugara, como lo que ocurre con la familia Barrios, la designación de poder por cuestiones familiares.

Madre e hija controlan a los vendedores de la Plaza Pino Suárez, las calles Venustiano Carranza, 20 de Noviembre, 5 de Febrero, República de El Salvador, Izazaga, 5 de Mayo, Monte de Piedad y Eje Central.

Quien sí es líder de comerciantes informales y que ha dado mucho de qué hablar recientemente es Diana Sánchez Barrios.

Al final de cuentas no logró una candidatura por no definir el partido de su gusto. Primero coqueteó con el sol azteca y hasta renunció al instituto político, luego se le asoció al Partido Humanista y al Verde Ecologista, donde hasta le habían mandado a hacer su propaganda.

La hija de Alejandra Barrios Richard formalizó su incorporación con Morena y se convirtió en la coordinadora de campaña de Néstor Núñez, quien se propuso suceder en el cargo a su mentor Ricardo Monreal Ávila.