Cada domingo, Carlos solía asistir a la iglesia Misión Cristiana Incluyente , la cual se ubica en la colonia Roma, alcaldía de Cuauhtémoc; esto, antes de la emergencia sanitaria.

Solía viajar desde Coacalco, Estado de México, hacia la Ciudad para presenciar el culto semanal, orar por los enfermos y agradecer por lo que tiene.

Carlos dijo que asistir a ese lugar lo hace sentir feliz y libre, ya que encontró lo que realmente buscaba: a Dios.

“He despejado mis dudas y los temores que tenía cuando, en algún momento, yo era cristiano , pero la misma iglesia te condenaba… Ahora me siento pleno porque tengo el conocimiento y Dios me ama tal como soy ”.

Al igual que él, otras 100 personas se congregan en esta iglesia de la capital, la cual se encuentra en el tercer piso de un edificio y está encabezada por la pastora Liliana Huerta, quien explicó que el culto que ellos realizan es igual que se lleva a cabo en una iglesia cristiana "tradicional".

La mujer señaló que a este recinto no sólo asisten personas de la comunidad LGBTTTI , sino que también van personas heterosexuales .

“Somos una iglesia cristiana normal , nos llamamos incluyentes porque el movimiento incluyente que empezó en México tuvo que nacer a raíz de que las iglesias se han vuelto excluyentes con la gente homosexual ”.

La mujer sostuvo que las personas pertenecientes a la población lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual también pueden practicar una religión como la evangélica , pues “es un derecho” tener un culto.

Contó que hace 20 años se encontró con pastores que nunca aceptaron que ella pudiera ser homosexual y cristiana al mismo tiempo.

“Tengo 14 años de pastora, pero tengo más años de ser cristiana, como 20, y hace 20 años yo me topé con pastores que me decían que yo tenía un espíritu maligno dentro de mí porque eso era lo que generaba mi homosexualidad ”.

Huerta dijo que, desde su experiencia, en las iglesias cristianas tradicionales sí hay apertura para poder asistir; sin embargo, “ellos siempre están esperando, si se enteran que la persona pertenece al grupo LGBTTTI , están esperando siempre que haya un cambio, que, según ellos, Dios los cambie y se vuelvan heterosexuales ”.

Sobre esto, la coordinadora General de la Fundación Arcoíris , Gloria Careaga, opinó que difícilmente una religión como la evangélica tendría interés en abrir sus puertas a la población LGBTTTI .

“En tiempos recientes, las iglesias evangélicas han sido un obstáculo muy importante para el avance de nuestros derechos, puesto que ellos han sido quienes se han organizado políticamente para impedir que haya avances en nuestro campo”, dijo.

La también licenciada en Psicología ejemplificó que existen otras iglesias, como la anglicana, que han mostrado una mayor apertura, “sin necesidad de generar iglesias aparte”.

“La iglesia anglicana ha tenido una postura más abierta puesto que, sin esos rompimientos y a pesar de los cuestionamientos o discusiones internas, han avanzado para tener una inclusión más amplia en las mujeres y las personas LGBT , y eso habla de las posibilidades que hay dentro del campo religioso”.

Arturo Farela, presidente de la Confederación Nacional de Iglesias Cristianas (Confraternice) , sostuvo que en todas las congregaciones “se aceptan personas que tienen esas preferencias” y que el mensaje de Jesucristo “no es un mensaje de condenación”, sino uno de salvación para todos.

Sobre si las iglesias evangélicas han sido obstáculo para el avance de los derechos LGBTTTI , Farela Gutiérrez aclaró que es todo lo contrario.

“En las iglesias cristianas evangélicas los pastores, en ocasiones, son criterios heterodoxos, de tal manera que alguno puede pensar de una manera distinta y otras personas de otra, pero lo que enseña la Biblia es que Dios ama a toda la humanidad y toda la humanidad somos pecadores, sin importar qué preferencia sexual tengamos”.

El presidente de Confraternice aseguró que no hay ningún problema en cuanto a la participación de este sector en las actividades cristianas . “Quiero enfatizar que el mensaje de Jesús en la cruz fue y sigue siendo un mensaje de amor hacia toda la humanidad”.

Carlos, congregante de la iglesia de Liliana Huerta, la cual transmite sus actividades a través de internet debido a la pandemia por Covid-19 , opinó que en las iglesias “tradicionales” evangélicas no hay una apertura como tal aún.

Recordó que él, desde pequeño, escuchaba sobre las condenaciones que les deparaban a las personas a las que les gustaban otras de su mismo sexo, como el hecho de ir al infierno; sin embargo, dijo que el encontrar una iglesia incluyente es de gran bendición.

“No hay la apertura como tal aún en esas iglesias (no-incluyentes)”, recalcó.

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