En la Ciudad de México, alrededor de 84 mil 857 menores de entre cinco a 17 años son explotados laboralmente, pues a decir de la Comisión Local de los Derechos Humanos (CDH), forman parte del trabajo infantil forzado no remunerado y que cada día se normaliza más, por lo que el órgano llamó a la sociedad y a las autoridades de las distintas esferas de gobierno a trabajar para erradicar el problema.

Durante la presentación del Informe Especial. La situación del trabajo infantil y el trabajo adolescente en edad permitida en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, la Central de Abasto y otros espacios públicos de la Ciudad de México, la ombudsperson local, Nashieli Ramírez, dijo que al interior del Metro se han contabilizado más de mil 500 menores y “en dos años había crecido casi el doble”.

En las inmediaciones de la Central de Abasto (Ceda), “seguimos igual con más de mil 500 niñas, niños y adolescentes incorporados a diferentes labores que van desde carga hasta la subasta, traslado y separación de material”; aclaró que, por el momento, de la explotación infantil en el vía pública “no tenemos datos duros”.

Recordó que la referida Encuesta 2017 del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), contabilizó más de 84 mil niños que laboran en la vía pública, “pero esa encuesta no contabiliza el trabajo de calle, que es lo más importante en la Ciudad de México y entonces, no tenemos ningún dato duro”.

Destacó que esta problemática se esta “normalizando”.

Dijo también que, de acuerdo con el informe, 40% de las personas entrevistadas en la Central de Abasto, principalmente recolectores de materiales, carretilleros y del área de subasta, sólo tienen la primaria, es decir, seis años de estudios, y 7% no tiene ninguno: “El nivel de escolaridad de padres y madres de los niños que trabajan es apenas de primaria”.

Ramírez Hernández externó que niñas y niños trabajadores están en una situación de precariedad pues cuando asisten a la escuela, lo hacen en desventaja, pues duermen menos para ir a laborar y tienen un desgaste físico de mayor riesgo.

Problema metropolitano. Al respecto, mencionó que en 2017 había más niños (54%) que niñas (41%) trabajando en el Metro; de este sector, la mayoría eran de edad de primaria, mientras que había menos niños y más adolescentes varones trabajando ahí.

“El mismo patrón de género y edad se repite en niñas y niños que trabajan en otros espacios como paraderos, sitios turísticos”, dijo.

Llamó la atención sobre la auto adscripción indígena de niños trabajadores del Metro que superó el promedio en toda la Ciudad con 8% y hasta 11% y que en otros espacios públicos alcanzó 16.5%.

“Son familias indígenas que tienen a sus niños, niñas y adolescentes trabajando en la calle”, explicó Ramírez Hernández.

No obstante, advirtió que el problema de explotación laboral infantil tiene una dimensión metropolitana y que la prevención y orientación del fenómeno social debe ir más allá de políticas públicas y de un cambio como sociedad, dado que la Ciudad de México es la principal receptora de personas trabajadoras del Estado de México.

La secretaria del Trabajo de la CDMX, Soledad Aragón, comentó que para enfrentar la problemática es pertinente la propuesta de regularizar y fortalecer las actividades de la Comisión Interdependencial para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección de Adolescentes Trabajadores en Edad Permitida en la Ciudad de México (CitiCDMX), así como la actualización y evaluación de su estrategia.

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