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Además de ser un negocio redituable, en la Ciudad de México el narcomenudeo no se castiga al ser considerado un delito de bajo impacto. A quien se le sorprende con pequeñas dosis, máximo 500 miligramos de cocaína y 5 gramos de marihuana, pueden argumentar que son adictos y no proceden en su contra, los que llevan “papelitos” de más, pueden pasar hasta seis meses en prisión.

Estas lagunas legales, las conocen a la perfección los narcomenudistas quienes ahora, para repartir estas drogas llevan solamente las cantidades que no representan cárcel, así burlan a la justicia. Ésta metodología se ve reflejada en los ingresos de los detenidos al Sistema Penitenciario Capitalino quienes sólo pernoctan ahí, pues en lo que empieza el proceso legal, ya están fuera.

La Secretaría de Seguridad Pública es la que más detenciones hace, en el pasado informe de actividades del actual titular de la dependencia Hiram Almeida Estrada detalló que por ejemplo, en el primer semestre del año pasado se realizaron 674 remisiones con 928 personas presentadas ante el Ministerio Público, con lo que se desarticularon un total de 110 células y 47 bandas delincuenciales dedicadas al narcomenudeo.

De este rubro, se especificó que 76.1% de las remisiones son por posesión de marihuana, 18.1% por cocaína, 1.3% por pastillas sicotrópicas y 4.5% por otras drogas.

Alertó a las autoridades que de 31.4% de las personas remitidas se encuentra en el rango de 18 a 22 años de edad, 16.7% tienen entre 23 y 27 años y 17.5% son menores de edad, cifra que va en aumento porque el crimen organizado los usa más, al saber que no son castigados.

Sin embargo, este trabajo no se ve reflejado en la Procuraduría Capitalina, de 10 detenciones al día, en promedio, que hace la policía local, apenas cuatro son remitidos a las autoridades correspondientes y no por posesión sino por las agravantes, es decir; cuando los detienen con un arma de fuego o por cometer otro delito, a estos es difícil comprobarles que la droga era para la venta.

Cifras de la Procuraduría Capitalina detallan también que siete de cada 10 carpetas de investigación por delitos contra la salud están vinculadas al delito de posesión, sin embargo al momento de llegar a un juzgado, se analiza cada caso y al darse cuenta del rango de edad no los envía a prisión como sanción, busca una medida alternativa.

Como terapias, trabajo social o su defecto talleres para que el imputado, sobre todo los menores de edad y los que están en el rango de 18 a 22 años, se reintegren a la sociedad.

“Los jóvenes que se quieran enfocar a este delito saben el camino... Si andan con dos paquetitos de droga no van a prisión”, explica una fuente de la Fiscalía contra el Narcomenudeo de la Procuraduría Local.

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