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El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro canceló la licitación para llevar a cabo la modernización del sistema de peaje, mismo que tiene más de 10 años de antigüedad y ya está en un estado de obsolescencia.

En entrevista, el director del Metro, Jorge Javier Jiménez Alcázar, señaló que tras la publicación de la licitación hubo algunas inconformidades y junto con el órgano interno de control decidieron cancelarla.

“El proyecto del que se inició la licitación se canceló, hubo pocas propuestas, no cumplieron con algunos requisitos, entre otras inconformidades, por ello decidimos cancelarlo y dejarlo como un pendiente para los próximos años”, explicó.

Según el plan maestro del Metro, para hacer la modernización del peaje se pretendía realizar una inversión estimada de mil 267 millones de pesos; sin embargo, ahora será el gobierno de Claudia Sheinbaum el que se encargará de esa tarea.

Con dicha actualización se planteaba abatir los casos de fraude en las recargas de las tarjetas CDMX y, de acuerdo con la licitación número 30102015-002-18, para la “contratación del Servicio de Modernización del Sistema de los Torniquetes y Generalizar el uso de Tarjeta Recargable de la Red del STC destinada al pago de tarifas”, serían reemplazados los mil 800 validadores de los plásticos.

El diagnóstico del Metro indica que el sistema de peaje ha quedado rebasado por al menos tres ciclos tecnológicos y los costos de mantenimiento han aumentado con el paso del tiempo, así como su índice de archivos en error, por lo que se buscaba un nuevo sistema con mayores números de candados que, incluso, puedan funcionar para el Metrobús y el Servicio de Transportes Eléctricos.

Otros de los objetivos que se buscaban con este proyecto era que los usuarios dejaran de utilizar el boleto magnético y cambiar a otras opciones digitales, como aplicaciones móviles, pues el costo del boleto cada día es más caro; al año se invierten entre 33 y 40 millones de pesos en su compra a la empresa Corporación Mexicana de Impresión S.A. de C.V.

En la licitación se solicitaba que el nuevo sistema sea diseñado para el uso de tarjetas electrónicas sin contacto, pero también que sea escalable a otras tecnologías, como el uso de los códigos QR, NFC y otros sistemas de uso universal, con la capacidad de adaptarse y expandirse a otros medios de transporte público.

En cuanto al uso de tarjetas, en los últimos 10 años el Metro ha vendido 16 millones 275 mil 378 unidades, siendo 2012 cuando más plásticos se vendieron, con 2 millones 468 mil, correspondiente al 44.87% de usuarios que utilizan este transporte al día.

En noviembre del año pasado se presentó la Tarjeta Metro con doble funcionalidad, la cual tiene dos chips que permiten a los usuarios ingresar a la red del Sistema de Transporte Colectivo (STC) y realizar compras en establecimientos, pago de servicios y operaciones bancarias en línea o cajeros automáticos.

Al principio sólo era aceptada por el Sistema de Transporte Colectivo Metro, pero ahora también por el Metrobús y se prevé que se incluya en la red de transporte público de la Ciudad, el Servicio de Transportes Eléctricos y el Sistema Ecobici.

El plástico tiene un costo de 10 pesos y cuenta con un mecanismo de doble funcionalidad: sistema de prepago para el ingreso al STC Metro y, en caso de que el usuario lo decida, una tarjeta que permite el pago de servicios, compras en establecimientos y operaciones bancarias, a cargo de la empresa Broxel, misma que se puede revisar en una aplicación.

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