Casos de tortura y violencia, sin indemnización

Las principales violaciones a los derechos humanos por las que, hasta el momento, las autoridades de la Ciudad de México no han reparado el daño son por uso excesivo de la fuerza, tortura, malas prácticas médicas, violencia de género en sus diferentes variables y otros, como omisión de custodia, derechos laborales, dilación y al debido proceso.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la presidenta de la Comisión de los Derechos Humanos local (CDH), Nashieli Ramírez Hernández, comentó que siguen trabajando con las autoridades para que cumplan la compensación a las mil 661 víctimas que están a la espera, pero también para que, principalmente, erradiquen las prácticas violatorias.

Destacó que ese número representa a 49.14% de las 3 mil 226 víctimas que ha incluido la CDH capitalina en las recomendaciones a dependencias de la capital para reparar el daño desde 1994. Al resto de los afectados ya se les pagó.

Las víctimas pendientes de compensación son: 17 de 2009; tres de 2012; 114 de 2013; 90 de 2014; 274 de 2015; 371 de 2016; 63 de 2017; 382 de 2018 y 347 de 2019.

De las mil 661, 637 fueron por uso excesivo de la fuerza, 334 por tortura, 100 por mala práctica médica, 77 por violencia de género en sus diferentes variables y 513 por otros, como omisión de custodia, derechos laborales, dilación y debido proceso.

“La mayoría de los casos que aún no han reparado el daño son en Salud, la procuraduría [ahora fiscalía] y la Secretaría de Seguridad, la mayoría tienen que ver con tortura; se busca la reparación integral, que no tiene que ver sólo con las indemnizaciones, tiene que ver con apoyos sicológicos, de respaldo, pero también el reconocimiento de la violación por parte de la autoridad, que reconozca que hubo un perjuicio y, por lo tanto, que no lo hagan más, que no avance sobre eso”, dijo.

La ombudsperson comentó que entre las recomendaciones emitidas por la CDH local en la parte de la reparación se han dividido en tres rubros, primero las medidas de reparación, en las que están las indemnizaciones.

“Dependiendo del tipo de violación es el monto y son cosas que se pueden contemplar, entre otras, como que perdiste a la persona que te mantenía o que lo que sucedió transformó su vida por completo, perdió su trabajo o están dejando niños que requieren de manutención o de tener asegurada su educación; son ese tipo de cosas que se tienen que contemplar.

“Luego se piensa que es dinero por dinero y no, por eso no hay una fórmula que diga cuánto vale la vida de alguien, sino que haya una visión para reparar el daño. En caso de que haya niños se les indica que haya beca, hay apoyo sicológico, también es reparar el daño, las víctimas, de una u otra manera, tienen daños sicológicos”, explicó Ramírez Hernández.

Refirió que además de la reposición de recursos, también se buscan las medidas de satisfacción, que son las disculpas públicas, el reconocimiento del Estado de que violaron derechos y falló, y las medidas de no repetición, es decir, que las instituciones tienen que preparar un protocolo de actuación para no violar derechos humanos, deben revisar los manuales, además de dar capacitación constante a la gente, para que no se repitan las violaciones.

“Tenemos estas recomendaciones, que si en una parte no se cumplen, básicamente indica que no se está llegando a la reparación del daño”, dijo Ramírez Hernández.

Destacó que en la actual administración, las autoridades se han esforzado en la reparación, incluso las disculpas públicas que se han visto en los últimos meses eran de instituciones que no habían aceptado que violaban derechos humanos e incluso había una resistencia a disculparse.

Se dijo asombrada por las acciones que están realizando las dependencias para que no haya repetición, “trabajan más en eso, avanzamos más que en otras cosas, ya había rezago, no es de ahorita, es el acumulado”.

No obstante, refirió que aún siguen presentándose algunas violaciones, principalmente en la parte del uso de la fuerza y en la procuración de justicia, como la filtración de información y no hacer análisis de contexto en la investigación.

“Digamos que hay una parte que tenemos que seguir cuidando, hemos dado muchas capacitaciones, está bien, pero requiere mayor atención, tenemos problemas todavía en esa parte”, concluyó.