Bélgica, gracias a su ubicación geográfica, ha tenido históricamente la influencia gastronómica de otros países como Francia, Alemania e incluso los Países Bajos y, a la vez, es una de las menos conocidas en México.

Para dar a conocer los sabores de este país, se llevó a cabo “Sabores de Bélgica”, un evento donde se presumieron algunos de los ingredientes clave de la gastronomía belga y que tuvo como invitada especial a la princesa Astrid de Bélgica.

Ingredientes como papas, chocolate y las distintivas cervezas producidas en las diferentes regiones belgas fueron algunas de las delicias que se degustaron. “Las papas son un símbolo nacional y estamos muy orgullosos en decir que preparamos las mejores”, comentó Romain Cools, Secretario General de Belgapom, una asociación dedicada a dar a conocer la papa nacional, ingrediente ícono de Bélgica, donde se comen fritas y es común encontrarlas en puestos callejeros. El secreto para unas buenas papas, confiesa Cools, está en freírlas en dos ocasiones para lograr esa textura crocante por fuera y suave en su interior. 

Otro de los productos característicos de este país europeo es el chocolate. El prestigio del chocolate belga se ha construido a través del tiempo gracias a la cuidadosa selección de sus granos y por respetar las normas de elaboración artesanal, no utilizando ningún agente químico en el proceso.
Para Sofía Baños, encargada en México de comercializar la marca Barry Callebaut —productora a nivel internacional de cacao por más de 100 años—, lo que distingue al chocolate de Bélgica y lo convierte en el mejor es su  inigualable sabor.  “Para decir que es originario de aquí, la producción y sus ingredientes deben haberse realizado en Bélgica, es lo que asegura la calidad, que se ha mantenido por cientos de años”.

La cerveza belga fue nombrada por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. En la actualidad, tiene más de mil variedades diferentes. A pesar de ello, en nuestro país aún no es muy conocida. “Tenemos una gran influencia alemana para hacer cervezas. Su característica principal es que se hacen en fermentación fría, esas son las lager. Generalmente nos gustan las cristalinas, las que son ligeras y no tienen mucho alcohol”, explicó Jerónimo Correa, maestro cervecero de Caulier, ganadores de medalla de plata en el Concurso de Bruselas. 

Jerónimo agregó que las tipo ale no son tan apreciadas ni del agrado del mexicano, por ser más pesadas y tener un mayor volumen de alcohol pero que, en sabor, son las más ricas. “Todas las stout, imperial stout, las pale ale, se hacen por fermentación en caliente; ahí entra el estilo belga”, explica.
La ginebra es otro producto que, a pesar de no gozar de tanta fama, también forma parte de la diversidad culinaria de este país. “Es un poco más seca de lo normal; por ello, la infusionamos con ingredientes como fresa o  limón. El gin se está convirtiendo en uno de los cocteles más pedidos”, dijo Antonio Heras, barista de Ponet Spirits, productores de esta bebida espirituosa. 

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