También conocidos como granos de kéfir, los búlgaros de leche han cobrado relevancia en los últimos años por ser la base de una bebida láctea fermentada, similar al yogur, a la que se le atribuyen diversos beneficios para la salud.
Aunque su cultivo resulta sencillo, el almacenamiento suele generar dudas entre quienes disfrutan hacer estos procedimientos en casa. Por eso, en Menú te decimos cuánto duran.
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Con apariencia de masa blanquecina y gelatinosa, el portal Science Direct explica que los búlgaros de leche son una flora mixta de levaduras y bacterias lácticas y acéticas. Cuando se cultivan, forman nódulos que contienen principalmente ácido láctico y, en menor medida, etanol.
Originarios del Cáucaso, han adquirido popularidad en Rusia, en países de la ex Unión Soviética y en Europa del Este. A diferencia de los granos de kéfir de agua, que son traslúcidos y se asemejan al azúcar granulada, las características de los búlgaros de leche son:
El sitio especializado Kefirko señala que las bacterias presentes en estos búlgaros descomponen la lactosa en compuestos simples como ácido láctico, glucosa y galactosa. A su vez, éstos nutren a las levaduras que no pueden procesar la lactosa directamente.
Por su parte, el manual "Cómo cuidar y conservar kéfir", elaborado por la División de Ciencias de la Salud e Ingenierías de la Universidad de Guanajuato, destaca que las bacterias del ácido láctico -presentes en dicho alimento- tienen efectos beneficiosos ante enfermedades como el cáncer colorrectal, diabetes mellitus tipo 2, obesidad y padecimientos renales.
También ayudan a modular el sistema inmunológico y la microbiota intestinal a través de distintos mecanismos biológicos. Eso sí, la calidad de los búlgaros de leche depende de su origen.
El mismo manual puntualiza que la leche de vaca es la más utilizada, aunque puede emplearse leche de cabra u oveja para su incubación. Ya sea entera o descremada, mientras mayor sea el contenido de grasa, más cremoso y espeso resultará el kéfir y los búlgaros.
La preparación casera de kéfir se ha popularizado por los beneficios que aportan. El Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) explica que el término tiene raíces turcas y significa “sentirse bien”, al mismo tiempo que es fuente natural de probióticos.
Si bien existen numerosas recetas para prepararlo en casa, las dudas surgen al momento de almacenar tanto la bebida fermentada como los búlgaros. El portal Kombucha Perú, en su sección de preguntas frecuentes, ofrece una serie de recomendaciones para hacerlo con éxito.
Si has decidido congelar o refrigerar los búlgaros, es importante reactivarlos antes de volver a usarlos para que recuperen sus propiedades. El sitio Kefirko indica que este proceso es necesario cuando los granos se deshidratan, se almacenan en frío o se envían por paquetería.
Los pasos para hacer dicho proceso de manera correcta son:
El tiempo de reactivación puede variar entre 7 y 14 días. Recuerda que búlgaros de leche no solo es una actividad sencilla y entretenida, también representa una alternativa natural para quienes buscan fortalecer su alimentación y cuidar su salud de manera accesible.
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