Tras ser encontrado culpable de participar en el homicidio de 11 mujeres, un hombre fue sentenciado a 430 años de prisión, mientras que sus cómplices recibieron 700 años.

Pedro Payán, El Pifas, era parte de una banda que operaba en esta frontera y se dedicaba a secuestrar mujeres, prostituirlas, obligarlas a vender droga y finalmente asesinarlas para que no los delataran.

La pena que se le impuso es de 30 años por cada homicidio, además de 99 años y algunos meses por el delito de Trata de personas.

También deberá indemnizar con 480 mil pesos a las familias de las víctimas y pagar los gastos del laboratorio forense. Sin embargo no existe mecanismo legal para obligarlo a cumplir con tal reparación de daños.

El Pifas fue identificado como el líder de una banda que a su vez trabajaba para Los Aztecas, una pandilla que distribuye droga para el Cartel de Juárez. Actualmente Payán cumple una sentencia de 64 años, por el homicidio de dos mujeres en el 2011.

Caso Oaxaca. En tanto, Alejandro E. R. L., responsable del homicidio de la joven Dafne Carreño, en 2013, fue sentenciado a 78 años de cárcel por feminicidio agravado.

Este es el primer caso en la entidad, luego de las reformas al Código Penal en el que se tipificó el delito y se impusieron penas altas contra quien asesine a una mujer por cuestión de género.

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