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Torreón.— Para Elvira Martínez, viuda de una víctima de Pasta de Conchos, lo peor en 13 años es no haber tenido un lugar dónde visitar y llorarle a su esposo Jorge Bladimir Muñoz, uno de 65 mineros muertos y uno de 63 que quedaron enterrados en la mina, en la tragedia del 19 de febrero de 2006, en la región carbonífera de Coahuila.

Por eso, el anuncio de que se iniciarían los trabajos para recuperar los restos enterrados, le provocó sorpresa, emoción y esperanza.

“Ojalá sea el inicio de lo que siempre hemos pedido, tener lo que siempre hemos anhelado y cerrar ciclos, y saber lo que pasó”, afirma Elvira, quien es representante de las familias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Ahora, Elvira menciona que está ansiosa por saber cuándo sería la fecha para iniciar la mesa de trabajo y la ruta que se seguirá.

La mujer recuerda que el lunes recibieron una llamada del gobierno federal donde les pedían una reunión. No sabían para qué.

Al día siguiente, el martes, la secretaría del Trabajo, Luisa María Alcalde, llegó a la región carbonífera de Coahuila y les informó que era la portadora del mensaje del Presidente para decirles que se había tomado la decisión de iniciar los trabajos de recuperación de los cuerpos.

“Nos quedamos sorprendidas, el sentimiento, ya te imaginarás. Es algo por lo que hemos luchado, es nuestra petición primordial”, reconoce Elvira con emoción.

En la reunión, la secretaria Luisa María Alcalde les dijo que había sido una encomienda presidencial y que querían que quedara establecido que el gobierno iba a tomar la responsabilidad de los trabajos de rescate. “Querían que lo supiéramos para poder anunciarlo. Nos sorprendió, fue algo inesperado”, comenta la viuda.

Después, cuando miró por televisión que el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó lo que un día antes les había informado la secretaria del Trabajo, las esperanzas de Elvira se renovaron: “Es nuestra petición, siempre lo ha sido y esperamos que se cumpla”, subraya.

El dolor por 13 años. Elvira Martínez, viuda de víctima de Pasta de Conchos, ha luchado 13 años porque se rescaten los cuerpos de los mineros. Su esposo, Jorge Bladimir, tenía 31 años cuando ocurrió la explosión en la mina y 10 como minero.

Jorge Bladimir era encargado del mantenimiento a las bandas transportadoras y no tenía un lugar fijo dentro de la mina, donde llevaba un año y medio trabajando. Jorge y Elvira tuvieron dos hijas y un hijo, quienes ahora tienen 25, 24 y 17 años.

“Para ellos es terminar con un dolor que han cargado por estos 13 años. Para mí, igual. Han sido muy difíciles todos estos años. No se llevó un proceso de luto como debe ser”, dice Elvira.

También narra que han tratado de enfrentar la vida como pueden. Ella se ha enfocado en la lucha, en visitar instituciones: “Uno se cansa. Te vas desanimando. Con esto, si Dios quiere que se llegue a hacer, nos va a ayudar mucho en nuestra vida”, comenta.

Elvira refiere que la esperanza nuevamente está puesta y que anhela que no sea una decepción más como ha ocurrido en otros años.

Recuerda que hace unos días también recibieron un documento en el que la CIDH les informó que ya había sido trasladado el informe de fondo al gobierno de México y ellos tenían que responder en cuatro meses. Sin embargo, las familias celebraron el interés y la disponibilidad y, sobre todo, dice Elvira, que no ha existido hasta ahora una negativa para resolver el problema, como sucedió antes.

“Tengo la esperanza de que se cumpla. El caso está en cortes internacionales y agradecemos que no se busque esperar hasta que llegue la sentencia, sino que exista disponibilidad y compromiso”, comenta Elvira.

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