Juchitán.—Mientras en la frontera sur la Guardia Nacional (GN) y el Instituto Nacional de Migración (INM) disuelven con agresiones las caravanas de migrantes, el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra propuso la creación de un grupo puente que atienda, escuche y oriente a los haitianos, hondureños, venezolanos, salvadoreños y guatemaltecos que quieren cruzar México y llegar a EU.

Ese grupo puente, que se dirigiría a las autoridades federales involucradas en la política migratoria, podría integrarse con los coordinadores de los albergues, agentes de la Pastoral del Episcopado Mexicano, defensores de derechos humanos y académicos.

Para el fundador del albergue Hermanos en el camino, en Ciudad Ixtepec, las autoridades migratorias no deben inmovilizar a los migrantes en la frontera sur porque es como si quisieran “meterlos en un corral”, y eso atenta contra sus derechos humanos, va contra su dignidad porque son seres humanos que vienen huyendo de la pobreza y de la violencia.

Solalinde Guerra cuestionó los métodos de contención aplicados por el INM en la frontera sur. Según su punto de vista, contrataron a militares en retiro que están formados en la política de seguridad nacional, pero no en temas migratorios.

“Creo que con ayuda del grupo puente se les puede orientar, por nacionalidad y aptitudes académicas, en qué sitios del país podrían permanecer temporalmente, en lo que se alcanzan nuevos acuerdos migratorios”, dijo.

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