Juchitán.— Habitantes de pueblos originarios del Istmo, aglutinados en la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte (Ucizoni), exigieron formalmente a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que no apruebe la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que presentó la empresa Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), para rehabilitar 132 kilómetros de la vía transístmica.

En un documento dirigido al titular de la Semarnat, Víctor Manuel Toledo Manzur, el presidente de la Ucizoni, Dagoberto Toribio Severo, señaló que la MIA presentada por el FIT tiene omisiones, deficiencias y errores. Por lo anterior, considera que no debe ser aprobada, pues tampoco toma en cuenta el impacto social derivado de la amenaza de desalojar a familias que tienen casas, escuelas y panteones en las proximidades de las vías del tren.

“No considera una superficie de 483 hectáreas que serán impactadas con las obras de rehabilitación de las vías del tren transístmico. No contempla la protección de la flora y fauna en peligro de extinción y omite afectaciones a los espejos de agua de los ríos Juñapa y Jaltepec, que nutren al Coatzacoalcos”, señala.

La MIA que presentó el FIT contempla la rehabilitación de 132 kilómetros desde Medias Aguas, Veracruz, hasta el poblado oaxaqueño de La Mata, que pertenece al municipio de Asunción Ixtaltepec; sin embargo, respecto al impacto solamente consideró una longitud de 63 kilómetros que van de Medias Aguas al poblado Tolosita, que pertenece a Matías Romero.

En el documento, que fue entregado ayer en la sede de la Semarnat, se detalla que la MIA deja fuera de consideraciones ambientales unos 6 kilómetros.

La organización acusó que “el estudio ambiental es omiso, incompleto y también fragmenta el proyecto de rehabilitación de la vía ferroviaria que forma parte del Corredor Interoceánico”.

Dicho estudio aborda los impactos durante la rehabilitación, como modificación de curvas y pendientes (que son insuficientes), pero deja de lado y omite todos los impactos derivados de la operación del Tren Transístmico, que contempla el paso de 16 convoyes por día, es decir, ocho corridas de Salina Cruz a Coatzacoalcos y ocho viajes de Coatzacoalcos a Salina Cruz.

En su extensa argumentación para exigir que la Semarnat no apruebe la MIA que presentó el FIT, el presidente de la Ucizoni destacó que el estudio omitió deliberadamente la presencia de la fauna en peligro de extinción protegida por leyes mexicanas, como el tucán real, el faisán, las tortugas lagarto y de pecho quebrado, así como la iguana verde.

“En la zona de impacto del proyecto de modernización de las vías del tren viven miles de especies de aves, reptiles, peces y mamíferos que sufrirán daños en su hábitat, los cuales no están considerados en la MIA y por lo tanto se aprecia que no hay un plan para proteger a las especies amenazadas”, destacó en el escrito dirigido a la Semarnat.

Desde hace años, puntualizó el presidente de la Ucizoni, las familias viven en el derecho de vía que no se ha actualizado. El tren se inauguró en el año 1907 y desde entonces no ha tenido mantenimiento.

“La gente ahí vive, tiene sus casas, sus escuelas y panteones, y ahora ha recibido amenazas que habrá desalojos sin consideraciones. Por todas esas razones demandamos que la Semarnat no apruebe la MIA que presentó el FIT”.

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