Ofrecen misa en honor a periodistas asesinados en Sinaloa

En la catedral de Culiacán se ofreció una misa en memoria de los siete periodistas que han sido asesinados en Sinaloa entre los años 2004-2017, y cuyos casos, en su mayoría, siguen impunes.

Los comunicadores también rindieron un mensaje de paz y descanso por los periodistas que este año fallecieron en accidentes o de muerte natural.

En el servicio religioso, en su homilía, el padre Santiago Alvarado Osuna habló de los riesgos que se viven en el gremio periodístico, como se refleja en el reciente asesinato de Javier Valdez Cárdenas, registrado en el mes de mayo en esta ciudad.

La lista de trabajadores de los medios de comunicación impresos y electrónicos, que han sido privados de la vida en forma violenta en Sinaloa, la encabeza Gregorio Rodriguez Hernández, de la cadena periodística El Debate, quien fue asesinado frente a su familia en noviembre del 2004, en el municipio de Escuinapa.

Tres años después, muy cerca del Palacio de Gobierno, en la capital del estado, el fundador de la Revista Cambio 21 y vocero de seguridad, Oscar Rivera Inzunza, fue acribillado con impactos de fusiles automáticos; su caso lo atrajó la Procuraduría General de la República.

En el recuento de víctimas de la violencia se citó el caso del reportero radiofónico, especializado en temas de seguridad, José Luis Romero, cuyo cuerpo apareció dentro de cuatro bolsas, con claras huellas de tortura, en las afueras del municipio de Ahome.

Humberto Millán Salazar, director del diario Digital A Discusión y de un segmento de noticias de radio, fue levantado por un grupo armado, en octubre del 2011, fuera de sus oficinas en el fraccionamiento Canaco.

Un día después, su cuerpo, con un disparo en la cabeza fue encontrado en terrenos agrícolas, como a ocho kilómetros al norte de la capital del estado, su caso fue atraído por la Procuraduría General de la República.

El 22 de octubre del 2014, en terrenos del ejido Ángel Flores, en el municipio de Ahome, fue localizado el cadáver, con disparos de arma de fuego del director de una revista de corte político, Arturo Gamboa Urias.

cfe