Alrededor de mil 600 personas que forman parte de la caravana migrante se encuentran varados desde la noche del 14 de noviembre en un paraje, llamado La Jaula , ubicado en la frontera entre los estados de Sonora y Sinaloa .
En el lugar sólo hay una gasolinera y una tienda de conveniencia, los cuales cerraron sus servicios ante el temor de ser víctimas de un delito.
En esta zona en despoblado, han pasado a la intemperie dos noches; no tienen alimento ni agua, sólo el apoyo que les brinda la población.
Los migrantes centroamericanos claman el apoyo de la población, dicen que tienen hambre y tienen sed.
La mañana del jueves, producto de la desesperación, la situación salió de control y pelearon algunos integrantes de la caravana al punto de llegar a los golpes.
Por la noche la alcaldesa de Navojoa, María Del Rosario Quintero Borbón, llegó al lugar a prestar ayuda y entregar algunas cobijas y colchonetas pero todo apoyo es insuficiente por el cúmulo de personas varadas en la nada.
En el lugar hay familias enteras, mujeres embarazadas, menores, y adultos mayores, muchas personas ya presentan enfermedades respiratorias.
El delegado de la Secretaría de Gobernación en Sonora, Wenseslao Cota Montoya , informó que a partir de hoy, se intensificó una campaña de vacunación en la población migrante que ha arribado a Sonora.
De acuerdo a reportes de la Secretaría de Salud , una gran cantidad de los viajantes que transitan por el país y la entidad con enfermedades bronco respiratorias, por lo que las dependencias médicas implementaron una estrategia de aplicar un cuadro básico de vacunas a los migrantes .
El gobierno colocó a partir de hoy de forma permanente, mientras la caravana está en tránsito, centros de revisión médica y aplicación de vacunas en las áreas de La Jaula, en Navojoa; El Valiente, en Guaymas y en Caborca.
Hasta el momento, se desconoce si el gobierno del estado apoyará con camiones para el traslado de estos cientos de migrantes varados en el sur de Sonora.