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Chilpancingo.— En los últimos meses ha sido imposible que el suministro de agua potable en Chilpancingo sea regular, acusaron vecinos de varias colonias, quienes organizaron una protesta en calles del centro.

Habitantes de la capital indicaron que son varias razones por las que se ven afectados, pues si no es un plantón de trabajadores de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (Capach), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) corta el servicio de energía eléctrica, o de plano las bombas de distribución no sirven, afectando a las casi 700 colonias. Indicaron que conforme pasan los días, el problema del suministro de agua se agudiza, pues además los piperos aumentaron sus precios.

El alcalde de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán, argumentó que el ayuntamiento no cuenta con dinero para proporcionar el servicio, debido a que muchos usuarios siguen en la morosidad, por lo que el problema de la Capach es financiero, más que de insuficiencia del líquido.

Explicó que al mes tienen que pagar 5 millones pesos a la CFE por energía eléctrica para que operen las bombas de distribución, y 3 millones para nómina. Sin embargo, la Capach apenas logra recaudar 4 millones de pesos, debido a que 70% de los 42 mil usuarios no pagan el servicio, además de que han detectado unas 10 mil tomas clandestinas.

Mientras el alcalde llamó a los pobladores a no bloquear las calles y mejor pagar los recibos del agua, los habitantes afirmaron que no pagarán hasta que tengan el servicio e incluso denunciaron que a pesar de haber pagado hasta mil pesos siguen sin tener agua.

Caja chica. Por su parte, el dirigente de la sección 32 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), David Encinas López, aseguró que el problema de la Capach se debe a que durante muchos años ha sido saqueada, pues la han utilizado para colocar a amigos de funcionarios y alcaldes en turno.

El dirigente sindical acusó que la actual directora de la Capach, Irma Gazón Bernal, llegó al cargo con 20 personas más, lo que está provocando el incremento de la nómina, entre la que se encuentran su chofer, secretarias y asistentes, a pesar a que en la dependencia hay personal para hacer esas funciones.

Detalló que otra práctica irregular en la dependencia es la “cepillada de recibos”. “Hay gente que, por ejemplo, llega y paga su recibo por varios años por 9 mil pesos, se lo cobran, pero ese cobro nunca aparece en los informes, porque después los trabajadores lo cambian por uno de mil y se quedan con 8 mil”, explicó Encinas.

Protestan por medicinas. Médicos, enfermeras, laboratoristas y administrativos de la clínica del ISSSTE en Chilpancingo realizaron una protesta para denunciar que no cuentan con insumos ni material de curación, y desde el martes comenzaron a escasear los alimentos para los pacientes.

Unos 70 trabajadores sindicalizados bloquearon la avenida Rufo Figueroa, donde exigieron al gobierno federal liberar el presupuesto de 2019 para este rubro.

La delegada del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, Rocío Labumbe Gutiérrez, explicó que desde octubre del año pasado las clínicas y estancias infantiles del instituto están operando sin recursos.

Labumbe Gutiérrez indicó que los proveedores ha dando créditos, pero esta semana la crisis se profundizó porque muchos de ellos dejaron de surtir los insumos.

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