Monterrey.- Entre el 30 de septiembre y la primera semana de octubre , el viejo penal del Topo Chico será cerrado de manera definitiva, pues previamente los reos que actualmente hay en sus celdas serán reubicados a los penales de Apodaca y Cadereyta, afirmó el gobernador Jaime Rodríguez Calderón.

El mandatario dijo que el penal del Topo Chico ya no cumple con las condiciones de seguridad para los propios reos, por lo cual pidió tranquilidad a ellos y sus familias, ya que estarán mejor en las nuevas instalaciones, y finalmente no serán llevados fuera del estado.

“El Bronco” destacó que el proceso de traslado y reubicación se llevará cabo como la ley manda, por eso pidió a los medios no inquietar a los reos y a sus familias, ya que resolver el problema de los penales es algo que ha costado muchas vidas.

Reiteró que el 30 de septiembre es la fecha probable para la conclusión del proceso de reubicación, aunque quizá puede haber diferencia de una semana por detalles de equipamiento, y señaló que los juzgados y agencias del Ministerio Público, que están en el exterior del penal del Topo Chico, seguirán operando en la misma zona mientras se dispone de recursos a fin de construir nuevas instalaciones cercanas al penal de Apodaca, para lo cual se dialoga con el Poder Judicial y la Fiscalía de Justicia del Estado.

El mandatario estatal refirió que la ampliación del número de celdas en el penal de Apodaca, para reubicar a los reos del Topo Chico, tuvo un costo de mil millones de pesos,

que hubiera preferido invertirlos en escuelas de tiempo completo, pero no hubo otra opción que invertir en más celdas, “porque tenemos unos niveles increíbles de violencia y maldad en este país, la sociedad se está echando a perder, y nos estamos autoflagelando”.

En el terreno donde hoy existe el Topo Chico se construirá un gran parque recreativo que aumentará la plusvalía de los propietarios, habrá nuevos negocios y empleos en una zona que hoy está totalmente deprimida, dijo el gobernador.

En tanto el secretario general de Gobierno , Manuel González Flores , destacó que el cierre del penal del Topo Chico constituye un momento crucial en las acciones de seguridad e inteligencia que se planteó el gobernador Jaime Rodríguez, para alcanzar la gobernabilidad total de los cuatro penales que permanecerán en operación: los de Apodaca, Cadereyta, así como los exclusivos para mujeres y jóvenes, de los que se espera obtener su certificación internacional.

Comentó que el penal del Topo Chico llegó a tener casi seis mil internos, cuando su capacidad es para tres mil 600, y con el proceso de despresurización que hace meses se puso en marcha, actualmente tiene entre dos mil 500 y dos mil 400 internos, pero en breve seguirán los traslados hacia los penales de Apodaca y Cadereyta, hasta su desocupación total.

González Flores afirmó que los penales de Cadereyta, Apodaca, de mujeres y jóvenes, tienen capacidad para albergar hasta diez mil internos, y en este momento hay seis mil 600, casi un 60 por ciento de su capacidad, de ahí que aun con el ingreso de los internos que serán reubicados del Topo Chico, a los dos primeros, no se llegará al máximo de su capacidad.

Agregó que este proyecto de terminar ambulatorios que estaban en proceso, se logró con una inversión de sólo 970 millones de pesos, en lugar de ocho mil millones que se proyectaban para construir el penal de Mina, que fue descartado por el actual gobierno, aunque ya se habían iniciado los trabajos para edificar las bardas perimetrales en la administración anterior.

En tanto, la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León emitió medidas precautorias, dirigidas al Secretario General de Gobierno del Estado, a efecto de que los previstos traslados de personas privadas de la libertad del penal del Topo Chico, “se lleven a cabo adoptando medidas oportunas, efectivas y primordialmente de respeto a los derechos humanos”.

afcl

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