San Cristóbal.— La disputa de 60 hectáreas entre indígenas tzotziles de Chenalhó y Santa Martha cobró cinco vidas en una emboscada que perpetró un grupo que portaba armas de alto poder, informó la Fiscalía de Justicia Indígena.

Ayer, alrededor de las 08:00 horas, una familia se dirigía a su parcela a bordo de una camioneta Nissan con placas VP 18-098 del estado de Chiapas, cuando un grupo armado abrió fuego y mató a cinco integrantes e hirió a dos más.

La familia había salido de Chulcá hacia su parcela ubicada en el centro de Santa Martha, pero dos kilómetros antes de llegar el comando accionó su armas en contra de los ocupantes del vehículo, informó el fiscal de Justicia Indígena, Cristóbal Hernández López.

Como consecuencia, perdieron la vida Domingo y Martha Hernández, de 60 y 50 años, así como sus hijos Víctor, Cecilia y Lucio, de 14, 20 y 18. En tanto, Felipe y Gabriel, de 28 y 15 años, resultaron heridos por disparos de arma de fuego en las extremidades y los testículos, por lo que fueron trasladados al Hospital de Las Culturas.

La disputa por límites territoriales ha provocado el desplazamiento forzado de 747 familias: 307 son de la comunidad de Tabak; 225 de Koko’ y 185 de Cotsilnam, pertenecientes al municipio de Aldama.

Conflicto sin solución. Desde el pasado 13 de febrero han ocurrido al menos otros tres ataques provocados por el conflicto; a la fecha se calcula una docena de muertos. Apenas el pasado 29 de mayo, integrantes de un grupo armado emboscaron en la vía San Cristóbal de las Casas-Chenalhó a dos hombres de 30 y 47 años. Según el Centro de Derechos Humanos, el Estado mexicano aún no ha implementado acciones para atender y proteger a las 747 familias desplazadas y siete más que permanecen fuera de su comunidad desde 2016, por un grupo armado que opera en el municipio de Aldama con el apoyo de la alcaldesa de Chenalhó, Rosa Pérez Pérez.

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