Chilpancingo.—

Policías municipales, soldados de la Guardia Nacional y del Ejército detuvieron a 40 personas la noche del sábado por ingerir bebidas alcohólicas en la calle, pese a las restricciones para evitar la propagación del Covid-19.

El gobierno de Chilpancingo encabezó la noche del sábado y madrugada del domingo la Operación Rastrillo para detener a quienes estuvieran consumiendo alcohol en las calles.

En el operativo participaron más de 50 efectivos de las policías de Chilpancingo y del estado, así como soldados de la Guardia Nacional y del Ejército.

Horas antes del arranque, el alcalde de Chilpancingo, Antonio Gaspar Beltrán, a través de sus redes sociales advirtió que se detendría a todos los que estuvieran bebiendo en las calles.

El edil informó que los detenidos serían enviados a la barandilla municipal y deberían pagar una multa de hasta 800 pesos.

Ayer, Gaspar Beltrán dio a conocer que durante las acciones detuvieron a 34 hombres y a seis mujeres. Todos fueron llevados a la barandilla, donde pagaron sus multas, y después los trasladaron a sus casas.

Autoridades de seguridad también clausuraron tres comercios que seguían ofreciendo bebidas alcohólicas, pese a que se decretó el cierre de negocios no esenciales como bares, discotecas, y expendios de cerveza.

También aseguraron tres vehículos que eran utilizados como cantinas rodantes.

En Chilpancingo, la Secretaría de Salud federal ha confirmado 36 casos positivos de Covid-19 y el fallecimiento de cinco personas por el virus.

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