Tres personas que destazaban a un cocodrilo y mantenían sometido a otro, en los márgenes del Sistema Lagunar Nichupté, ubicado en la zona turística de Cancún, fueron detenidos por la Secretaría de Seguridad Pública del ayuntamiento de Benito Juárez e inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa)

El trío de fue conducido ante la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR), en esta ciudad, debido a su probable responsabilidad en la comisión de un delito ambiental federal, toda vez que los cocodrilos de pantano están protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) y por la Norma Oficial Mexicana 059, con categoría de “protección especial”, desde el 2001.

Elementos de la Policía Turística sorprendieron la tarde de hoy a Jorge y Pedro N., de 41 años de edad, originarios de Mérida, Yucatán y a Desiderio N., de 23 años, originario de Bacalar, destazando el cadáver de un cocodrilo, al que habían matado previamente; a otro, lo mantenían amarrado con cuerdas.

Dos de los detenidos declararon ser cocineros.

Los hechos ocurrieron a espaldas de la antigua Plaza Zócalo, ubicada a la altura del kilómetro 9 de la zona hotelera, en Punta Cancún. Los agentes de la policía turística realizaban un recorrido de vigilancia, cuando detectaron que de esa área había humo blanco.

Al bajarse para verificar lo que estaba ocurriendo, los tres sujetos salieron corriendo, intentando huir, pero fueron interceptados por los policías, quienes observaron restos de sangre en la ropa de los involucrados. Uno de ellos traía en la mano un trozo del cuerpo del cocodrilo al que mataron.

Los policías notificaron la situación y al sitio acudió personal de la Dirección de Ecología, a cargo de Jeannina Medrano.

“Llegamos aquí por un reporte de que había unas personas, matando unos cocodrilos”, indicó la funcionaria. Al sitio arribaron posteriormente elementos de la delegación de la Profepa.

“Estos cocodrilos son los que usualmente se asoleaban por Chedraui Select; atracción de turistas y es una vergüenza en verdad que alguien pueda hacer algo así; estas especies son protegidas, están en la norma”, detalló.

El personal especializado de la organización “Onca Maya” y de la delegación de la Profepa maniobraron para desatar al cocodrilo que estaba con vida y amarrado, el cual fue trasladado a Crococun, para evaluar su estado y, probablemente, liberarlo.

“Onca Maya” realiza desde hace varios años, estudios para medir la población de cocodrilos en la Laguna Nichupté de Cancún y proponiendo medidas para garantizar su seguridad y controlar su reproducción, a fin de que no constituya un peligro para las personas.

“Es un bonito ejemplar, se ve sano”, dijo uno de los especialistas, quien le calculó 15 años de edad. El ejemplar de cocodrilo americano fue encintado del hocico y de las patas, por seguridad del personal.

Se explicó que se usó cinta gris y no cuerdas, para no interferir la circulación del animal.

Medrano Galindo calificó el hecho como una “terrible masacre”, en sus redes sociales, en donde compartió un video en donde se observan las maniobras para auxiliar al reptil, así como la carne, la pìel y las partes desmembradas del cocodrilo que mataron.

“Es una tristeza que esto pase en Cancún, en México, en el mundo”, manifestó la directora de Ecología, quien grabó evidencias sobre el cautiverio de pequeñas tortugas marinas, en una caja de unicel.

El gobierno mexicano prohibió la caza y aprovechamiento del cocodrilo desde 1970. La especie se encuentra en el Apéndice I de la CITES desde 1975 y se encuentra enlistado como “en peligro de extinción” por la International Union for Conservation of Nature (IUCN).

ml

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