Ciudad Juárez.— Este sábado, en la línea fronteriza de El Paso, Texas y Ciudad Juárez, se reunieron al menos 200 personas para derribar los límites territoriales y reencontrarse con sus familias en el marco del evento anual Abrazos No Muros.

Justo donde el Río Bravo divide el territorio mexicano del estadounidense, familias que están excluidas por falta de documentación legal pudieron verse y abrazarse durante tres minutos.

El evento es organizado cada año por diversas asociaciones que trabajan con personas migrantes o ciudadanos con problemas legales en ambos países, buscando reunir a las familias que sufren división.

Marco Raposo, director del Ministerio de Paz y Justicia de la Diócesis Católica de El Paso, aseguró que hay razón para las fronteras entre países, no así para la división de las familias.

El evento que se realiza en forma de protesta organiza a los asistentes para que, quienes están en suelo estadounidense, vistan playera azul y quienes están del lado mexicano usen playera blanca.

Del lado sur, los mexicanos buscan encontrar a sus seres queridos apostados del lado norte para abrazarlos.

Este año, adicional al problema de los indocumentados que no pueden reunirse con sus familias, existe también el cierre de puentes fronterizos derivado de la pandemia por Covid-19.

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