La relativa calma que dejó durante la semana las réplicas no mayores de 4 grados se rompió esta noche de viernes con un temblor de 5.5 grados, al provocar crisis nerviosas entre los habitantes deI Istmo de Tehuantepec que viven desde hace un mes al límite, con 7 mil 591 réplicas de un terremoto de 8. 2 que dejó a miles en la calle.

El viento frío levanta las lonas que resguardan a miles de familias zapotecas y el retardo en la entrega de los apoyos de empleo temporal eran las quejas más recurrentes del día, los temblores no eran tema de conversación, no hasta que el reloj marcó las 7 de la noche con 20 minutos. Toda actividad se paró de golpe. El movimiento sacó a todos de sus campamentos y casas y los reunió en un lugar seguro.

Las crisis nerviosas de niños y mujeres volvieron. Durante el fuerte sismo que hizo crujir casas ya de por sí lastimadas y que no han sido demolidas.

Al momento se realizaba un bloqueo carretero en la vía federal de Juchitán, a la altura del módulo de pago de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) por parte de los ciudadanos que exigían sus 2 mil 370 pesos de programa de empleo temporal.

El sismo los asustó y los dispersó, rompiendo el acto de presión por unos minutos. Después de sentir un poco de calma y sin ninguna replica más, regresaron al enojo contra el gobierno y reactivaron el bloqueo.

Este último sismo no echó abajo ninguna casa dañada, pero sí volvió a sembrar el miedo en los habitantes que se estaban acostumbrado a las sacudidas leves y cortas, sin el rugido de la tierra que tuvo su epicentro en el mar de Salina Cruz.

ml

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