Chilpancingo.— Los municipios guerrerenses de Iguala y Taxco están sumergidos en una crisis: los hospitales están saturados y con desabasto de medicamentos, con una tendencia alta de contagios y fallecimientos, y el oxígeno comenzó a escasear.

De acuerdo con diferentes reportes, la crisis comenzó tras la celebración de Navidad y Año Nuevo y, por ello, las autoridades determinaron pasar al color rojo en el semáforo sanitario en estas localidades a partir del lunes.

En Iguala no hay ninguna cama para los pacientes que padecen Covid-19 en ninguno de los cuatro hospitales que atienden la pandemia. En el nosocomio del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) no se dan abasto desde hace una semana.

“Ayer dimos de alta a dos personas, los dos por deceso y en espera teníamos a tres personas más; no hay forma de ingresar a todos”, explica una trabajadora de la clínica del ISSSTE de Iguala.

Además de la falta de camas, la clínica del instituto se enfrenta a otro problema: a los pacientes que no pueden ingresar tampoco los pueden transferir a Morelos o a la Ciudad de México, donde los envían regularmente, porque los hospitales también están saturados.

“Lo que hacemos es que los valoramos y, si necesitan oxígeno, se los estamos facilitando y los enviamos a sus casas a esperar”, detalló la trabajadora, quien prefirió no dar su nombre.

Los otros tres hospitales de Iguala, el General Jorge Soberón Acevedo, la clínica del IMSS y la Unidad Covid (un espacio que montó el ayuntamiento de Iguala), están al máximo de su capacidad.

La saturación se percibe en las entradas de los hospitales: familiares de los pacientes se amontonan esperando noticias, otros buscan en las farmacias los medicamentos, porque la escasez es otro problema.

En Taxco, el escenario es similar. El Hospital General Adolfo Prieto y la clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) están llenos.

El jueves pasado, en la puerta del hospital murió una mujer que esperaba ser ingresada; otra cuenta que su tío murió la semana pasada por Covid-19.

Su tío estuvo internado 11 días en el hospital, pero finalmente murió. Era carnicero en el mercado de Taxco que está incrustado en el centro de la ciudad.

“En los últimos días se han dado muchos contagios y muertes, muchos son del centro y del mercado que fueron los que estuvieron más expuestos durante las vacaciones”, afirma.

Otro problema que están denunciado los pobladores de Taxco es la escasez de oxígeno. Los dos únicos comercios que hay en la localidad no se dan abasto, así que muchos prefieren trasladarse a Morelos o al Estado de México a abastecerse, pero es la misma situación: ya casi no encuentran opciones.

Regreso al rojo

El gobernador del estado de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, anunció que el próximo lunes entrará en vigor el semáforo rojo en Iguala y Taxco, debido al incremento de contagios y fallecimientos por el virus.

Es la segunda ocasión en la que el mandatario estatal decreta un semáforo sanitario diferenciado en Guerrero.

La primera vez, fue en diciembre, cuando pasó al color amarillo Acapulco, Zihuatanejo y Chilpancingo, por lo que hoteles y restaurantes operaron a 70% en la temporada vacacional.

Esa vez, Astudillo Flores afirmó que asumía las consecuencias de relajar las medidas, pese a que en la Ciudad de México, Estado de México, Morelos y Puebla habían retrocedido al rojo por el aumento de contagios. De estos cuatro estados eran originarios la mayoría de los turistas que visitaron Guerrero.

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