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Cuernavaca.— Tras la consulta popular para poner en funcionamiento la termoeléctrica de Huexca, el conflicto está lejos de terminar. Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que su gobierno dará continuidad al proyecto, luego de que 59.5% de las personas consultadas dijeron estar a favor, mientras que 40.1% se manifestó en contra.

El mandatario informó que el ejercicio se desarrolló en un ambiente de polarización, pero dijo estar satisfecho con el resultado: “Se pudo llevar a cabo esta consulta, es un buen ejercicio democrático en un ambiente de mucha polarización porque, como hemos visto, se impuso esta obra desde el gobierno anterior sin consulta. Se afectaron comunidades, incluso hubo represión y se creó todo un movimiento contrario a la termoeléctrica y al gasoducto, pero teníamos que enfrentar este asunto”.

Sin embargo, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua (FPDTA) desconoció los resultados de la consulta y acusó que el ejercicio estuvo “amañado” desde el inicio, por lo que está a la espera de los amparos interpuestos en contra del mecanismo y de la intervención de organismos internacionales en el tema.

En rueda de prensa en el zócalo de Cuernavaca, Jorge Velázquez, líder de la comunidad indígena de Amilcingo, dijo que en los municipios afectados por la generadora de energía, como Cuautla, Yecapixtla, Ayala, Jonacatepec, Jantetelco, Temoac, Zacualpan de Amilpas y Tetela del Volcán, la gente votó en contra del proyecto.

Consulta estuvo amañada: activistas
Consulta estuvo amañada: activistas

De acuerdo con las cifras presentadas por Velázquez, en el municipio de Tetela del Volcán se contaron 592 votos en contra de la termoeléctrica, contra 30 ciudadanos que votaron a favor y dos votos fueron anulados. En el Pueblo Mágico de Tepoztlán también se impuso el voto en contra de la central con 765, mientras que 272 ciudadanos votaron a favor de la puesta en marcha del proyecto.

La consulta obtuvo 59.5% de los votos a favor de la operación de la termoeléctrica, la mayoría de ellos obtenidos en municipios no afectados por el gasoducto que alimentará a la planta, el agua o la contaminación, observó Jaime Domínguez, otro de los inconformes.

Los integrantes del frente adelantaron que acudirán a instancias internacionales debido a la violación a los derechos de los pueblos indígenas. Además de las acciones legales, los opositores realizarán asambleas para determinar las acciones a seguir, como bloqueos y tomas de carreteras que se darán a conocer en los próximos días.

Por su parte, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dijo ayer que el gobierno federal no tenía conocimiento de la oposición a la construcción de la termoeléctrica.

En conferencia de prensa para presentar a la nueva titular del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), dijo que “el Presidente se sorprendió” cuando el pasado 12 de enero Jorge Zapata, nieto de Emiliano Zapata, le pidió que se comprometiera a cancelar el proyecto.

“Ni siquiera estábamos en conocimiento de que este señor se iba a levantar. Por otra parte, no teníamos ni siquiera conocimiento de la inversión. Ahí supimos de la inversión y de los opositores”, explicó.

Relató que fue durante la visita que el presidente Andrés Manuel López Obrador hizo a Ayala, en el estado de Morelos, para conmemorar el aniversario luctuoso del general revolucionario, cuando se declaró que 2019 sería el Año de Zapata, “ahí se enteró, porque yo no estaba enterada y el Presidente tampoco (...). No teníamos conocimiento, nos enteramos ahí mismo”, de la existencia de la planta, cuyo costo fue de 25 mil millones de pesos, que utilizaría el río de Cuautla para generar energía eléctrica y que tenía varios años parada.

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