Los daños causados por la tortura de los agentes de la Policía Municipal , “no se me van a borrar”, dijo Sergio González Castro quien fue encarcelado durante tres años, acusado de robar ganado en el rancho del cantante Julión Álvarez , ubicado en el ejido Benito Juárez , en el municipio de La Concordia , Chiapas .

Durante una conferencia de prensa, González Castro , acompañado de abogados del Centro de Derechos fray Bartolomé de las Casas , dijo que a seis días de haber dejado la prisión, “no me siento capaz de decir que me siento bien”.

En la sede del organismo, que preside el obispo de Satillo, Coahuila, Raúl Vera, el campesino explicó que para poder enfrentar el juicio, pidió que le sea reparado el daño que le causaron física, moral y económicamente, ya que para continuar con el proceso, tuvieron que vender su casa y un carro con el que contaban.

“Somos personas humildes y no contamos con dinero suficiente para volver a rehacer nuestra vida”, explicó.

Sergio fue acusado por Rafael Castillo y detenido por elementos de la Policía Municipal de La Concordia , que procedieron a torturarlo para que firmara su declaración ministerial.

Explicó que cuando llegó al penal número 8 , de Villaflores, el 5 de noviembre del 2015, pidió atención médica de urgencia, pero el penal no contaba con los medicamentos necesarios para brindarle atención y curar sus heridas.

El juez que lo sentenció a seis años de prisión, según el expediente 280/20015, pasando por alto los testimonios sobre tortura que llevaron a cabo agentes de la Policía Municipal de La Concordia , para que Sergio firmara la declaración autoinculpatoria.

Días antes de su detención, trabajadores de Julión Álvarez le pidieron a González Castro que entregara 8 mil pesos para que no fuera detenido, pero como no tenía el dinero, la Po licía Municipal lo capturó, junto con otras 18 personas.

Después de que Sergio entrara a la prisión se entero que el ganado, supuestamente robado por él, habia sido encontrado.

Karina “N”, la cónyuge de Sergio explicó que por ser pobres nunca les hicieron caso en la denuncia que hicieron sobre la tortura que llevaron a cabo agentes de la Policía Municipal .

“No van a borrar los daños que nos causaron”, dijo la mujer que reconoció que sin el acompañamiento del Centro de Derechos Humanos , no hubiese sido posible la libertad de Sergio.

Finalmente el pasado 4 de octubre del 2018, el juez Guillermo González Rodríguez , le concedió a Sergio libertad absoluta y lo que pide ahora el campesino es que se castigue a las autoridades que lo torturaron.

Abogados del Centro de Derechos Humanos 

consideraron que la integridad física de Sergio y su familia está en riesgo, por lo que pidieron a las autoridades tomen las medidas precautorias para salvaguardar su integridad.

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