Puebla, Pue

.- Arropada por la clase política, económica, religiosa y partidaria de Puebla , la gobernadora Martha Érika Alonso tendió la mano al presidente morenista Andrés Manuel López Obrador para trabajar de manera conjunta en las causas sociales.

“Hago un llamado al presidente André Manuel López Obrador para reiterarle que en Puebla siempre será bien recibido y que cuenta con nuestro mayor compromiso para llevar a cabo los programas prioritarios de su gobierno. En Puebla tendrá un gobierno aliado”

, dijo en su primer mensaje oficial Acompañada por los dirigentes nacionales de la coalición por Puebla al Frente ( PAN - PRD - Movimiento Ciudadano - Nueva Alianza ) y por ocho gobernadores (Aguascalientes, Hidalgo, Baja California Sur, Colima, Querétaro, Sinaloa, Michoacán y Tlaxcala), la mandataria reconoció avances en el estado, pero fue muy crítica con los rezagos en materia de salud, economía, seguridad y ataque a la pobreza de gobiernos pasados, entre ellos de su esposo Rafal Moreno Valle .

“Por eso tengo grandes coincidencias con los planteamientos del gobierno federal”

, agregó ante representantes de otros cuatro gobernadores y liderazgos religiosos en un auditorio atiborrado por la clase política local. Con un Congreso opositor, dominado por legisladores de Morena que han venido tratando de echar abajo reformas morenovallistas, la ex Primera Dama sentenció que las y los poblanos no quieren protagonismo ni pleitos y que los ciudadanos exigen soluciones y están dispuestos a participar en su diseño e implementación.

“Estoy abierta al diálogo y a la colaboración que se construyen con respeto y propuestas, no con ofensas, descalificaciones y mucho menos con chantajes”

, expreso en medio de una fuerte ovación. Alonso dijo que bajo esas premisas, extiende su mano para construir soluciones conjuntas que permitan recuperar la tranquilidad que exigen y merecen los poblanos e invitó a la mayoría morenista en el Congreso a que ante pongan los intereses de Puebla y la seguridad por encima de intereses políticos.

Y atendiendo las políticas de austeridad del gobierno federal, informó que refinanciara la deuda pública para generar ahorros, ajustarán los sueldos, empezando por los de la propia gobernadora; y reducirá servicios personales de todas las áreas de su gobierno.

Tras más de cinco meses de incertidumbre electoral, manifestó que se presenta con la fuerza que otorga el mandato popular ratificado por un tribunal federal, por lo que adelantó que trabajara por el bienestar de sus familias.

La primera mujer en gobernar Puebla, dijo reconocer avances, pero también consideró necesario destacar que hacen falta cosas por hacer y como ejemplo puso que si bien hay grandes empresas y empleos, los salarios son insuficientes; si bien hay hospitales, se carece de médicos y medicinas.

Además señaló que Puebla creció en calidad educativa y rendimiento académico, pero hay planteles sin infraestructura digna; se impulsó –dijo- la construcción de puentes, distribuidores viales y segundos pisos, pero muchas carreteras son intransitables; el estado ocupa el cuarto lugar en tasa de mortalidad infantil; el tercero en embarazo de adolescentes; y primero en tomas clandestinas.

Aunque la entidad –agregó- tuvo un crecimiento de 6.2 por ciento, calificó de inaceptable que seis de cada diez poblanos sigan viviendo en la pobreza.

Admitió que la inseguridad es uno de los mayores retos de su administración, pero confío que unidos serán capaces de resolver este problema.

“Sin tranquilidad y paz no hay progreso ni bienestar”

, subrayó. Manifestó que a pesar de los esfuerzos, en la última década la situación del país no ha mejorado y ha afectado gravemente a a Puebla, por lo que urge enfrentar a la delincuencia y atender las causas que la originan.

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