Tapachula.— Migrantes guatemaltecos deportados por Estados Unidos y abandonados en la frontera de Guatemala por el Instituto Nacional de Migración (INM), desde hace 15 días, se enfrentarán sin dinero a deudas de por lo menos 60 mil quetzales, unos 154 mil 94 pesos.

A las 18:00 horas del pasado viernes, un vuelo procedente de McAllen, Texas, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Tapachula (AIT) con familias migrantes de origen guatemalteco, que fueron recibidos por funcionarios del INM y trasladados en autobuses al punto fronterizo Talismán-El Carmen, donde fueron abandonados.

En ese vuelo fue deportado Hugo, su esposa y su hijo menor de dos años; la pareja decidió emigrar a Estados Unidos en busca de una mejor vida. Pero fueron engañados por un coyote, con la promesa falsa de que si viajaban en familia el gobierno de Joe Biden les otorgaría asilo.

A través del traficante, por un pago de 60 mil quetzales, Hugo y su familia emprendieron el viaje en vehículo por territorio mexicano hasta llegar a la ciudad fronteriza de Reynosa, Tamaulipas, y el pasado lunes cruzaron de forma irregular a Estados Unidos por el río Bravo.

Tras cruzar el afluente, fueron capturados por autoridades migratorias estadounidenses y llevados a un centro de detención.

“No nos dijeron nada y nos mandaron de regreso; es mentira todo lo que prometen. Ahora no sé qué hacer, prestamos dinero, vendimos todas nuestras cosas, hicimos un viaje donde sufrimos mucho, quedamos con deuda”, narró.

La misma situación enfrenta Wilber, quien fue deportado con su hijo de seis años, mientras su esposa sí logró evadir a las autoridades migratorias americanas. El joven originario de Chimaltenango trabajaba como repartidos de agua en garrafones, pero fue convencido por un traficante de personas que si viajaba en familia sería fácil que le otorgaran la condición de asilo.

Ahora tiene una deuda de 50 mil quetzales, unos128 mil 412 pesos, que necesitó para el viaje.

Las familias sólo regresan con una bolsa de plástico negra, con algunas prendas de vestir en su interior y un lonch compuesto por frutas y bebidas.

A finales del mes de julio, el gobierno de Estados Unidos inició la deportación de migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador que ingresaron de forma irregular, bajo el Titulo 42, que permite negar la entrada a ese país por motivos de salud pública ante la pandemia por Covid-19.

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