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Por el amor profundo que tiene a la música ranchera, Bertín Osborne, quien creció con música de Pedro Vargas, lanzó su nuevo disco como un tributo a la música mexicana y a José Alfredo Jiménez.

“Por respeto no uso el traje de charro, creo que en un traje de mariachi mexicano no cabe un español”, fueron las palabras que usó el cantante español en conferencia de prensa, al dejar en claro que su amor por el mariachi es muy profundo y el respeto que le tiene a la música mexicana es tan grande, que por muchos años le daba miedo cantar ranchero.

“Yo tenía varios años que no quería grabar porque me daba pena, he estado 25 años cantando en vivo con mariachi, pero no quería grabar por el gran respeto que le tengo a este género”, comentó.

Osborne, de 64 años, recordó de manera nostálgica que él creció con la música vernácula y así contó algunas anécdotas que vivió cuando era un niño y en donde de manera muy cómica recordó a su padre cantando música ranchera.

“En la generación de mis padres lo que más se escuchaba eran las rancheras, crecí escuchando a José Alfredo, Vicente Fernández, mi padre nos martirizada a toda la familia... Como se sentía tenor y cantaba fatal, creo que yo empecé a cantar las rancheras para que no las cantara mi padre”.

Cuando tenía 15 años, recordó, fue Pedro Vargas a España y lo pasó a que cantara a lado de él, lo que causó un gran impacto en ese entonces al joven Bertín, que desde ese momento decidió que quería cantar música ranchera.

Es por ello que ahora produjo su nuevo disco En este vaso, donde incluye “Échame a mí la culpa”.

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