¿Qué espera, presidente Enrique Peña Nieto, para poner fin al crimen contra millones de niños de Oaxaca, Michoacán, Guerrero y Chiapas que por el chantaje de la mafiosa CNTE son condenados a la miseria, desigualdad, atraso y pobreza?

¿Qué esperan las Secretarías de Educación, Hacienda y Gobernación para sancionar el abuso interminable de “maestros” de la CNTE que llevan 35 años sin cumplir un ciclo escolar completo en Oaxaca, gracias a manifestaciones, plantones, movilizaciones y bloqueos de dizque maestros que han dañado de manera irreversible a generaciones completas de niños?

¿Qué esperan los tres órdenes de gobierno y los tres Poderes de la Unión —Ejecutivo, Legislativo y Judicial—, para sancionar a los violentos de la CNTE que llevan 775 días en el Distrito Federal, 25 meses o 111 semanas cobrando sin dar clases; además del daño a miles de personas, familias, negocios cercanos al Monumento a la Revolución, en donde llevan instalados 648 días, 21 meses o 92 semanas?

¿Qué esperan las Secretarías de Comunicaciones y Transportes, de Hacienda y del Trabajo —entre otras—, para sancionar y clausurar la línea pirata de autobuses que líderes de la CNTE regentean en el Monumento a la Revolución y una reciente en Tlalpan, en donde cobran desde 200 hasta 850 pesos por viaje, sin seguridad y con todos los riesgos?

¿Qué esperan la PGR, Hacienda, el Congreso, para sancionar el robo —le llaman regenteo—, que desde 2007 descubrió la Auditoría Superior por la triangulación de fondos federales en el IEEPO y la Sección 22 de la CNTE en Oaxaca, cuyo monto asciende a los 147 millones de pesos?

¿Qué esperan la PGR y la Procuraduría de Oaxaca, para investigar el presunto enriquecimiento ilícito del líder de la Sección 22 de la CNTE, Rubén Núñez, que gana trimestralmente 350 mil pesos, lo mismo que José Ángel Gómez, secretario de Trabajos y Conflictos de la CNTE, que se lleva 230 mil pesos al trimestre; que Jerónimo Martínez Ambrosio, secretario de Asuntos Jurídicos, que gana 177 mil pesos al trimestre; igual que otros 24 afiliados a la CNTE con plaza doble y que, en total, se llevan cuatro millones de pesos al trimestre? ¿Será por eso que la casta divina de la mafiosa CNTE viaja en primera clase en línea aérea, mientras los maestros viajan en camiones guajoloteros?

¿Qué esperan PGR, Hacienda, la SEP y el presidente Peña Nieto; además del Congreso y el Estado todo para acabar con el saqueo que significa que la SEP entrega trimestralmente la escandalosa suma de 3 mil 500 millones de pesos al IEEPO de Oaxaca, pero ninguna autoridad tiene el control sobre a quién se le paga, cómo se paga y cuánto se paga?

¿Qué espera, presidente Peña Nieto, para acabar con ese “robo del siglo”, reconocido incluso por uno de los autores intelectuales; Moisés Robles, director del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), quien aceptó que el gobierno estatal no tiene capacidad para confirmar la asistencia a clases de los docentes y que los supervisores escolares son nombrados por la propia CNTE?

Es decir, que la CNTE controla el reparto trimestral de 3 mil 500 millones de pesos; fortuna que sirve para el robo, el enriquecimiento ilícito de una casta divina que manipula a la CNTE y, sobre todo, que mantener vivo al brazo armado de la CNTE. Y todo a costa de millones de niños que no reciben educación.

La CNTE pelea el control de 3 mil 500 millones de pesos. Así o más clara la razón de su beligerancia. Al tiempo.

EN EL CAMINO. Lamentable que el Congreso solapó al ineficiente Emilio Chuayffet.

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