No es por intrigar pero... Verónica Castro sí que sabe ser una “diva”. Para 2016 vuelve a recibir ofertas para hacer televisión, teatro y hasta cine, pero no la tambalean en sus expectativas. Se toma su tiempo para meditarlo y prefiere dedicarse a sí misma.

La prisa es para las que van arrancando, las consolidadas son suficientemente inteligentes y experimentadas para esperar el momento adecuado.

Coincidir (casualmente) con la consentida Vero es como ganarse la lotería, sin comprar ni un cachito. Su refulgencia estaba iluminado la butaca de junto, en el teatro. Verla después de tanto tiempo implicó el consiguiente recorrido visual.

Está bellísima, muy delgada, rejuvenecida (sobre todo en actitud). “He estado muy ocupada, cuidando de mi familia y de mí misma”, decía con esa sonrisa que por años ha iluminado las pantallas de televisión en Hispanoamérica.

“Fueron muchos años de correr sin detenerme, el descaso me ha caído muy bien. Si regreso, me gustaría que fuera con algo de muy buena calidad, porque la verdad es que sí extraño mucho al público”.

La gran Vero es previsora y no tiene la “nece$idad” inmediata de hacer lo que sea para sobrevivir.

La charla siguió por el lado de la familia y se mostró contenta con sus afectos familiares. Su señora madre (doña Socorro) quien sufrió una aparatosa caída hace unos meses, ahora se encuentra mucho mejor.

A su nieta Rafaela (hija de Cristian y Paola Erazo), la está disfrutando muchísimo. “Tiene un carácter fuerte y, cuando no le parece algo, lo hace notar con firmeza”, decía la hermosa ojiverde.

Haciéndole un poco al chisme, también surgió el tema de sus nietos Simonetta y Saratustra (hijos de la otra pareja de su Gallito felizValeria Libeman—).

Había que saber cómo andaba del corazón: “Sí hay admiradores, pero no ganas de pelarlos, estoy de romance conmigo misma, me hacía mucha falta”.

Casi para llegar la tercera llamada y tener que finalizar el discreto interrogatorio, surgió el tema de las críticas a su primogénito.

“Cristian suelta barbaridades y ustedes (medios de comunicación) se las convierten en noticia. Eso me causa mucha gracia”. Así como llego, se fue.

De verdad que se le extraña y se le desea de vuelta al ruedo a nuestra mas carismática estrella mexicana.

Doña diabla y sus pastores estará en cartelera hasta este viernes venidero para cerrar temporada.

Una verdadera joya de la sátira. Felipe Nájera en su personaje de María Félix, hace de las delicias con una inteligente y politizada parodia de las tradicionales posadas. Los pecados capitales, arrastran a la carcajada. Sin duda, un acierto más de Jaime Morales en la producción.

En los primeros días de enero se estrenará por fin en México la nueva creación de Disney.

Una comedia musical con actores reales, sin botargas, ni disfraces.

Será atractivo ver a Mickey y Goofy, descubriendo en un libro mágico la historia de Blanca Nieves, Cenicienta, Bella y otras princesas, convertidas en mujeres de verdad. Esta puesta viene llena de actores latinos y ha sido éxito en más de 30 países, alrededor del mundo.

Justo por esa constante evolución es que Disney no pierde el liderazgo de entretenimiento infantil.

Lamentables los experimentos que hacen, a veces, los productores en sus historias de telenovela. Siendo un género de clichés, no caben los cambios de roles.

De ahí que en Pasión y poder Fernando Colunga no guste como villano, cuando siempre ha sido el galán de las multitudes. Esto no lo hace mejor o peor actor, sólo que al gran publico no siempre le complacen las innovaciones.

Pregunta de la semana pasada: ¿Nombre del cantante vernáculo, cuyo hijo primogénito, se lanzará como empresario vendiendo donas?

Respuesta de la semana pasada: Alejandro Fernández.

Pregunta de la semana: ¿Título de la telenovela producida por la cadena Telemundo, en la que a menos de un mes de iniciadas las grabaciones ya están de las greñas “todos contra todos”?

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