Existe una gran probabilidad de que el año termine con fuero para Humberto Moreira; será un diputado plurinominal local por el Partido Joven de Coahuila, nadie votará por él y, aún así, gozará de tres años de impunidad, tiempo suficiente para retrasar las investigaciones en su contra que podrían existir en México y entorpecer las que vengan de Estados Unidos.

Habrá que reconocerlo, Humberto es un ganador del río revuelto en donde todos se acusan de todo.

Durante su administración, la deuda de Coahuila aumentó de 323 millones a más de 35 mil millones de pesos; más claro: su gobierno incrementó más de cien veces la cifra original.

A la fecha, debido a los candados de transparencia mantenidos por la Contraloría Interna del Estado, que ha reservado la información hasta el año 2019, gran parte del destino de los recursos utilizados es un misterio.

Para endeudar de esa manera a Coahuila, fue necesaria la falsificación de documentos con el aval del Congreso que controlaba el ex gobernador. De cualquier forma, poco después de terminar su mandato, en el 2012, y ya con su hermano Rubén Moreira como gobernador, Humberto fue exonerado.

Pero las sospechas de corrupción no paran con el endeudamiento. En 2014, mientras se encontraba de viaje en Las Vegas, Rolando González Treviño, un empresario coahuilense vinculado al gobierno de Humberto Moreira, fue detenido y acusado de tres delitos federales en los Estados Unidos: lavado de dinero, conspiración para transportar dinero robado y fraude electrónico. Meses más tarde, González Treviño se declaró culpable de transportar dinero robado y cooperó con información clave que le valió para obtener una sentencia de 10 años en libertad condicional.

Acorde con filtraciones publicadas en diversos medios, González Treviño acusó a Humberto Moreira de ser la cabeza del saqueo en Coahuila.

Hoy, las investigaciones en Estados Unidos en contra de su administración, del empresario Jorge Torres y del ex gobernador tamaulipeco, Eugenio Hernández, han provocado, incluso, que un banco mexicano vendiera su filial en Texas con una pérdida de más de 150 millones de dólares, cantidad que se antoja leve en comparación a los problemas que acarrearía mantenerlo debido a posibles multas e investigaciones penales en ambos países.

Humberto Moreira fue acusado en España por el blanqueo de apenas 200 mil euros de los que pudo, sin gran problema, acreditar su procedencia. Durante ocho días, sí, solamente ocho días, estuvo preso y unas semanas después de ser liberado la justicia española le devolvió su pasaporte.

Humberto, sin embargo, no ha pisado suelo norteamericano desde hace mucho tiempo, porque de ser detenido allá, seguramente no correría con la misma suerte.

Desde el Senado de la República, los panistas Roberto Gil Zuarth y Luis Fernando Salazar han pedido a la PGR que se abra una investigación contra Humberto Moreira, al menos antes de que tenga fuero.

Desde el PRI le retiraron la fotografía de la pared de los presidentes del partido y se lavaron las manos… sin afán electorero, ¿no valdría la pena que más partidos se sumaran a la petición azul?

Y por aquello del impunidad, también podría la PGR actuar de oficio… no vaya a ser luego muy tarde.

DE COLOFÓN. Eduardo Bailey fue director de ISSSTELeón y lo acusan de invertir 400mdp del dinero de los jubilados en acciones fraudulentas. Lo agarraron en Durango pero faltaba un papelito de autorización que olvidó firmar la Fiscalía del Estado y salió libre. ¡Suerte pa’la próxima!

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