Fernández Noroña ya cabalga en tierras de El Bronco

Nos cuentan que Gerardo Fernández Noroña ya le pisa fuerte al acelerador para meterse de lleno a la disputa por la carrera presidencial, jugando —claro— en el equipo de los independientes. Este lunes el ex perredista inició una gira de dos días por Nuevo León, ni más ni menos que en los terrenos donde cabalga Jaime Rodríguez, El Bronco, gobernador de la entidad que aún no descarta entrarle a la contienda.

Los raro, nos comparten, es que la agenda de don Gerardo se antoja un tanto extraña, pues lo mismo tiene programadas visitas a las oficinas del gobernador independiente, que a las del alcalde priísta de Monterrey, Adrián de la Garza. Sin mencionar que el cierre con broche de oro de su gira será en un acto de “resistencia civil” en una gasolinera de la zona de San Jerónimo, donde viven familias de clase media alta de la capital, y un evento en la explanada de los Héroes, frente al Palacio de Gobierno. Ahora sí que don Gerardo, como dice el dicho, metió a la tamalera de chile, dulce y manteca.

Jalón de orejas en Cancún

Quien no puede con la vergüenza, nos cuentan, es Eduardo Mariscal, director de Fiscalización en el municipio de Benito Juárez, pues protagonizó tremendo ridículo y hasta salió regañado por meter en problemas a su jefe, el edil Remberto Estrada (PVEM). Resulta que el fin de semana Mariscal se alzó el cuello por la clausura de la Plaza de Toros de ese municipio y hasta anduvo presumiendo como trofeo las fotos con los sellos. Lo malo, nos comparten, es que horas más tarde tuvo que recular cuando le informaron que el lugar pertenecía a Alejandro Álvarez, quien, nos señalan, es muy buen amigo del ex gobernador priísta Roberto Borge, así que la dependencia tuvo que quitar los sellos y comerse la clausura, con el argumento de que tenían una prórroga para ponerse en regla hasta el 15 de marzo, como todos los negocios del municipio.

¿Policías de Sonora pagan defensa de lujo?

El que ha tenido mucha chamba, nos comentan, es el ex procurador Antonio Lozano, pues su despacho no sólo lleva la defensa de Guillermo Padrés, ex mandatario panista acusado de corrupción y lavado de dinero, sino que ahora, nos platican, dos ex agentes de la Policía Estatal Investigadora (PEI) han contratado sus servicios para armar una defensa con 12 abogados y cuatro asesores. Lo raro, nos hacen ver, es que difícilmente los sueldos de policía alcanzan para pagar ese equipo de lujo, por lo que más de uno ve a Padrés como el padrino benefactor de las dos policías acusadas de torturar en 2011 a Gisela Peraza, ex empleada que fue acusada por el ex mandatario y su esposa de robar 5 millones de pesos, delito del que fue exonerada. Por eso, nos cuentan, muchos ven en esa ayuda una estrategia para que las policías no digan ni pío sobre Padrés.

¿Siempre sí hay violencia en Navolato?

Incomodidad ha generado la postura sobre violencia que ha tomado Rigoberto Valenzuela, el edil priista de Navolato, pues, nos dicen, ni él mismo se pone de acuerdo. Nos hacen ver que Valenzuela trata una y otra vez de sacudirse la responsabilidad de la ola de homicidios, afirmando que son hechos que se dan fuera del territorio. A pesar de ello, nos platican, por la presión de restauranteros y desarrolladores inmobiliarios de las playas de Altata, a don Rigoberto le urge que la Secretaría de Seguridad Pública y el Ejército instalen dos bases de vigilancia en el municipio, no vayan a pensar los empresarios que él no tiene mano dura...

***En la imagen Gerardo Fernández

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