(Foto: Will Smith como el Dr. Bennet Omalu, en la película Concussion -MELINDA SUE GORDON. AP)

La nueva película de Will Smith como el Doctor Bennet Omalu, quien a partir de la muerte del centro de los Steelers de Pittsburgh, Mike Webster, descubre el traumatismo craneoencéfalico crónico, el CTE, es digna de verse por estas fechas de efervescencia por el inicio de los Playoffs de la NFL.

Es una enfermedad neurodegenerativa que trastornó la conducta de varios jugadores de la NFL que terminaron con su vida a consecuencia de la gran cantidad de golpes que recibieron en la cabeza.

No le voy a echar a perder el final de la película contándole el desenlace, aunque para los aficionados a la NFL y practicantes del futbol americano en México, los hechos son conocidos.

Hay dos cosas notables en la historia: la convicción moral del recién desempacado forense africano en Estados Unidos para desafiar al emporio de la NFL, y luego cómo esta, tras torpes manejos iniciales cargados de conveniencia económica, logró darle una salida más o menos adecuada a la crisis con los años, pese a las demandas múltiples de la asociación de jugadores.

La NFL es una industria más que una liga deportiva para los estadounidenses. Es la puesta en escena perfecta para sentirse originales y únicos en una expresión de feroz competencia física que raya en los límites de la resistencia humana, pero también un recital de estrategia en cada toma de decisión, y movimientos individuales y del equipo.

Vaya, la mezcla es seductora sin lugar a dudas, independientemente de los valores formativos que implican la disciplina, el esfuerzo y el trabajo en equipo, entre otras virtudes.

Es además, la decisión de vida de millones de estudiantes de secundaria, preparatoria y universidad.

Junior Seau es el caso más frecuente de este hallazgo. El portentoso jugador de San Diego también tomó la salida falsa por no poder controlar esas voces internas de pesadilla difíciles de imaginar.

Es una película imprescindible para quienes odian y aman el futbol americano.

Una historia que seguirá arrojando casos fatales y nuevas recomendaciones con los ajustes de fondo y cosméticos en el equipamiento, y las reglas de contacto.

La NFL, el rito y los millones son imparables. Es más, ese conglomerado está más sólido que nunca, y su producto deseado cada vez en más países, eso no excluye la reflexión seria y real sobre lo que el CTE puede generar a futuro.

Véala, puedo deducir que más allá de las declaraciones oficiales y lo políticamente correcto, a la NFL no le gustó.

Twitter: @Javier_Alarcon_

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses