“¿A dónde vamos a parar?”, se preguntaba Jesús Martínez la tarde del martes en el programa de televisión Los Capitanes al hablar sobre el aumento incontrolable de extranjeros, naturalizados y jugadores de doble nacionalidad en el futbol mexicano.

Y es que, en este momento juegan en México 154 futbolistas no nacidos en nuestro país, equivalentes a 36% del total de jugadores registrados ante la Federación Mexicana, sin contar obviamente al Guadalajara, que cuenta con puros mexicanos.

Si en el Torneo Apertura 2012 había únicamente 10 naturalizados contabilizados, la cantidad alcanza actualmente 54. En tres años, la cifra se quintuplicó. La tendencia a la alza es más que preocupante.

Lo que propone el dueño del Pachuca es establecer un reglamento que obligue a los clubes a jugar con 5 o 6 elementos nativos como mínimo en cada partido, en aras de fomentar su desarrollo y limitar, por ende, la proliferación de tanto fuereño. No sorprende que sea Martínez quien proponga este cambio sustancial, pues la institución que dirige se ha distinguido en los últimos años por ser semillero de jugadores jóvenes con cualidades de excepción.

Si esta buena idea se concreta, Juan Carlos Osorio y los entrenadores que lleguen en el futuro a la Selección tendrán un universo de jugadores mucho más grande para poder elegir, sin tener que pensar en el espejismo que representan los naturalizados, por ahora todavía innecesarios en el Tri.

“La idea no me parece mala”, nos decía el internacional argentino Franco Jara, autor de un gol bellísimo el fin de semana pasado en la victoria del Pachuca sobre el Morelia. Y en efecto, el planteamiento no es malo, sino todo lo contrario. ¿Querrán algunos dueños, promotores del negocio de traer extranjeros de medio pelo, apoyar la moción de Martínez?

Falta de ambición. Con apenas 26 años de edad, Carlos Vela está considerando la posibilidad de dejar el futbol de Europa para jugar en la Liga de Estados Unidos.

“Estoy muy contento y cómodo [en la Real Sociedad], pero hay alguna duda”, decía el delantero cancunense la semana pasada. Es muy válido pensar en el ingreso de fuertes sumas de dinero en la MLS pero, ¿en dónde queda la ambición deportiva?, ¿las ganas de crecer en el demandante futbol europeo que tienen, por ejemplo, Andrés Guardado y Javier Hernández?

Me niego a pensar que Vela ya no tiene más que dar en el viejo mundo, pero si ya desechó ir a un Mundial, tampoco debe extrañarnos una mentalidad tan pequeña y corta de miras.

Por otra parte, después de que Giovani también prefirió el olor de los billetes verdes por encima de la depuración profesional, tal parece que se presenta una nueva realidad: Estados Unidos empieza a ser una opción para jugadores en plenitud, no únicamente para aquellos que han tenido prestigio y ahora van de salida.

heribertomurrieta65@gmail.com

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