Jhonny González sólo necesitó dos rounds para derrotar a Kazuki Hashimoto, modesto peleador japonés que llegó con apenas 15 combates profesionales para enfrentar al bicampeón mundial mexicano, rival que no representó mayor oposición en esta desigual pelea.

González, ex campeón gallo y pluma suma 67 peleas en las que ha enfrentado a los mejores boxeadores del planeta entre las categorías de los 53 y 57 kilogramos y a los 33 años, en la parte final de su exitosa carrera, busca la oportunidad de ganar el título de los superplumas.

Su rival de 26 años de edad, nunca había peleado a 10 rounds y su intermitente carrera que comenzó hace 7 años, se reduce a combates de 4, 6 y 8 episodios ante adversarios de discreto nivel, como él. En esta ocasión, ¡qué sorpresa y qué descaro!, lo programaron para pelear a 12 rounds ante Jhonny González por el Título Continental de las Américas. Un japonés, sin mayores merecimientos, de un paìs asiático, para disputar el título de América. ¡Verlo para creerlo!

De muy poco, casi nada, le servirá a González esta pelea ante un adversario muy inferior que no sólo fue incapaz de resistir la primera ofensiva de su contrincante sino que parecía impresionado, “asustado” e impactado al estar frente al poderoso noqueador nacido en el estado de Hidalgo. El resultado era de esperarse, un nocaut tempranero que no complació a casi nadie.

¿Vale la pena traer a México rivales a modo para enfrentar a peleadores de mayor categoría? ¿Por qué seguir con esta deleznable práctica de utilizar peleadores como “carne de cañón”?

Francamente, no tiene sentido. Resulta muy caro, deportiva y económicamente, empaña la imagen del boxeo porque al enfrentar a contendientes de tan contrastante experiencia y calidad, no hay pelea por la superioridad tan clara de uno sobre otro, con el riesgo de que se produzca una tragedia. El público puede sentirse engañado al ofrecerle un "combate" tan desnivelado.

En lo económico, es muy caro traer a un boxeador desde Japón, acompañado por dos entrenadores, al pagar más de 30 mil pesos por el viaje redondo de cada uno, traslado a Morelia, en este caso ahí fue la función, más hospedaje y alimentación; más de 150 mil pesos en gastos, conservadoramente. ¿Qué sentido tiene?

Cuando un boxeador alcanza el más alto nivel en su carrera, no puede pelear contra cualquiera. La gran trayectoria de Jhonny González exige adversarios de mayor talla y un episodio tan lamentable como éste, no se lo merece.

ecamarenar@tdnsports.com

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