Texto y fotos actuales: Uriel Gámez Hernández y Gamaliel Valderrama

Diseño web: Miguel Ángel Garnica

Las calles tienen baches, basura y ambulantaje. Las galerías cerraron y algunos de esos locales se transformaron en bares y antros. Los comerciantes se quejan principalmente de la inseguridad, que dicen, está terminando con el esplendor y exclusividad que llegó a tener.

En 1957, este espacio de la colonia Juárez fue bautizado como Zona Rosa. Este nombre le fue asignado por el artista plástico José Luis Cuevas, durante una de sus exposiciones en este lugar.

El origen cosmopolita de esta zona de la Colonia Juárez comenzó en el porfiriato. Las familias acaudaladas de la ciudad querían imitar el estilo arquitectónico y de vida de las metrópolis europeas.

Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente
Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente

En noviembre de 2015, Sonia Sierra —reportera de EL UNIVERSAL— rescató la opinión de Jorge Ayala Blanco, crítico de cine, mencionó que la Zona Rosa fue “un lugar donde los jóvenes de la época podían expresarse. Toda una generación de jóvenes descubre que puede hacer arte, así surge La Ruptura (corriente de pintura nacida en los años 50 que rompe con el muralismo de izquierda revolucionaria), pero también se amplía la escritura, el teatro y el cine.”

En su nota, Sierra menciona que para Ayala Blanco este lugar ha evolucionado; pasó de ser un lugar para el negocio cultural, a ser ‘la zona franca de las minorías sexuales’ y ‘hoy está totalmente lumpenizada con los bares para que los jefes lleven a las secretarias, casinos y sitios de medio pelo…”. 
También la zona se distinguió por la extensa oferta culinaria. En 2008, Adriana Durán escribió en EL UNIVERSAL una nota titulada "Las deliciosas historias de la Zona Rosa", en la que comenta que José Luis Cuevas, tenía una columna en un diario capitalino donde recomendaba restaurantes de moda. Menciona que uno de los preferidos de Cuevas era el Focolare, ubicado en Hamburgo 87, donde solía acudir a comer con Jacobo Zabludovsky.

Zabludovsky y César Balsa (fundador del Focolare) instalaron una galería durante las olimpiadas de 1968, “estaba previsto que durara únicamente tres meses coincidiendo con los festejos olímpicos (...) A partir de ahí empezaron a proliferar galerías y restaurantes” dijo Zabludovsky, citado por Durán.

Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente
Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente

Más voces hablan de la decadencia

En la década de los 70, sitios como la Boutique Sexta Dimensión vendían la ropa de moda. En los 90, había centros populares de reunión como el Yuppie´s Sport Café —de los primeros lugares donde se proyectaban videos en pantallas— o Las Yardas, donde inició la tradición de beber cerveza en botellas de forma alargada.

El Cine Latino —con capacidad para 2 mil 500 personas y se inauguró el  20 de abril de 1960— fue sede de la Muestra Internacional de Cine por el sólo hecho de estar ubicado en la Zona Rosa, “menos decadente que ahora y donde la gente podía ir a (…) comentar la última de Allen, Kubrick, Bergman y Wenders” se lee en "Adiós al Cine Latino", un boletín publicado por el Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México. En 2009 fue demolido y ahora se encuentra la Torre Reforma Latino.

Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente
Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente
Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente
Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente

Sin embargo, trabajadores del ramo restaurantero, quienes desde hace 30 años han visto las transformaciones, coinciden en que la Zona Rosa ha ido en detrimento.

Según los trabajadores del área, una de las principales causas es la llegada de los tables dance, y con estos negocios los famosos “tarjeteros”, a quienes son relacionados con redes de distribución de droga.

En 2013, EL UNIVERSAL publicó la nota “Deja 4 mil una buena noche”, en donde se menciona a Lalo, uno de los “tarjeteros” más antiguos de la zona (electricista de profesión), quien por las noches de los fines de semana “se dedica a ofrecer a los visitantes lugares para bailar, ver a mujeres desnudarse al ritmo de la música o entregarles ‘lo necesario’ para seguir la diversión”. “Aquí tenemos todo para recargarte las pilas, para elevarte, para que siga la fiesta. Tú pide”, afirmaba el hombre.

Hansen, gerente del restaurante Angus, ve en el descuido de la zona una oportunidad para la venta de drogas. “Era una zona segura, había vigilancia, luz en las calles, todo estaba a la vista. Era complicado que te vendieran estupefacientes o ,al menos, estaba mucho mejor organizado y más encubierto, pero ahora está muy al balcón”.

Acerca de los cambios evidentes de la Zona Rosa, Hansen y Valente Velázquez, botones del Hotel Geneve, mencionan la llegada de comerciantes asiáticos, los cuales han montado restaurantes de comida china y negocios de abarrotes. El establecimiento de estos negocios comenzó hace poco más de una década, coinciden ambos trabajadores.

Octavio Solís Ortiz de la Peña, quien labora como mesero en el restaurante Bellinghausen desde 1981, recuerda: “Era un lugar turístico muy bonito, llegaban turistas nacionales y extranjeros. El gobierno ponía mucho cuidado a la apariencia del lugar, porque había vida nocturna. Existían muchos restaurantes donde podías ir a tomar la copa, salas de arte y teatros”.

Sergio Hernández, capitán de meseros del Bellinghausen, comenzó a trabajar hace 34 años en restaurantes ce este lugar. Él subraya que “el rescate de la Zona Rosa es necesario… venía mucho turista y una diversidad de paseantes, todos con esa tranquilidad de poder estar a cualquier hora, durante la tarde, noche o incluso en la madrugada”.

Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente
Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente

Marcos Santillán, mesero del restaurante Raffaello, ha vivido desde la década de los 70 ha vivido la evolución de uno de los epicentros culturales de la Ciudad de México. Él señala que la “Zona Rosa se fue haciendo corriente. Se abrieron muchos localitos de tortas, antes era un lugar de buenos restaurantes. El nivel ya no es como era antes”.

Inseguridad, tráfico vehicular, basura tirada en las avenidas, antros y manifestaciones, son los problemas más recurrentes que actualmente enfrenta esta área, apuntan los tres trabajadores. Pero también dicen que esto no es nuevo, pues la Zona Rosa viene afrontando estas problemáticas desde mediados de los años 90 y se han agudizado en los últimos años.

Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente
Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente

Ello se refleja en la afluencia de comensales, Octavio Solís, meseros del  Bellinghausen, rememora que a diario entraban en promedio 35 extranjeros, actualmente si llegan a venir al mes 6 u 8 son muchos. "En los 80 recibíamos a diario hasta 250 personas, unos 220 nacionales y 30 extranjeros. Hoy en día sólo recibimos a una tercera parte”.

Marcos Santillán aporta cifras similares y coincide en que “en los 80 había más turismo. Antes recibíamos de 200 a 150 personas, ahora atendemos sólo de 70 a 50 comensales”.

Extranjeros ahora se van decepcionados

En la introducción del texto Zona Rosa: donde se respira aire de libertad, elaborado por la Secretaría de Turismo de la Ciudad de México, dice que durante la Decena Trágica, el golpe militar para derrocar a Francisco I. Madero, en 1913, este espacio fue “declarado zona neutral” y en el Hotel Geneve (uno de los más emblemáticos del lugar y de la ciudad) se albergaron a “embajadores y representantes diplomáticos acreditados en México en ese entonces.”

Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente
Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente

Hoy Valente Velázquez Ramírez, botones del Hotel Geneve, quien durante casi medio siglo ha sido testigo de las trasformaciones de este sitio, “era exclusiva”, afirma. “A través del tiempo fue cambiando. Yo creo que se debió a la llegada del Metro. Fue un cambio tan brusco que mucha gente y algunas joyerías y tiendas de lujo empezaron a emigrar”.

Explica que otro motivo fue el terremoto de 1985 pues significó modificaciones a Zona Rosa. En las siguientes décadas, Velázquez Ramírez comenta que la proliferación de antros, tables dance, mal vivientes, ladrones y un abandono de las calles terminaron por quitarle su brillo de épocas de antaño.

A pesar de los cambios, la clientela del Geneve se mantiene constante, lo que se ha modificado es la nacionalidad de los huéspedes. Don Valente precisa que en el pasado el 90% de los visitantes era estadounidense, hoy en día sólo representan un 5% y el grueso de los ocupantes corresponde a empresarios mexicanos de todas partes de la República.

“Turistas extranjeros que dejaron de venir por mucho tiempo a la Zona Rosa piensan que todavía es igual. Cuando ven en lo que se ha convertido se van decepcionados”, cuenta el botones.

Otro veterano conocedor de la Zona Rosa es Raymundo Zúñiga López, mesero del restaurante Luaú desde hace 34 años. Aunque su experiencia se extiende otros 15 años, cuando en los 60 trabajó en el extinto Guillén, señala que muchos de los lugares emblemáticos han ido desapareciendo, “casi no queda nada”.

En cambio, dice, en los noventa empezaron a aparecer tables dance, de los que dice terminaron por hacer caer la zona. “Antes las familias podían pasear por la calles, acudían a los restaurantes. Hay mucha gente, pero no es lo mismo. Ya no hay respeto por la gente mayor, hay más vandalismo”.

Sobre el flujo de comensales, actualmente ha bajado hasta en un 60%, pero Don Raymundo recuerda que entre los ochentas y noventas se formaba una fila para entrar al restaurante donde labora. “En un día de festejo, por ejemplo un 10 de mayo, las puertas se cerraban al medio día porque ya no había cupo. La gente que no alcanzaba lugares hacía fila, cuando salía un comensal otro entraba. Hoy en día, el lugar ya no se abarrota así”.

Por su parte Hansen, actual gerente del restaurante Angus, es enfático y señala que la Zona Rosa pasó a ser roja: “A finales de los años noventa, como si fuera un 'foco de infección', comenzaron a entrar tables dance, sex shops, vagabundos y en general se descuidó el mantenimiento de las calles y alumbrado, todas estas problemáticas no se atendieron”, señala Hansen.

“Cuando decías Zona Rosa en los ochentas y noventas, inmediatamente pensabas en buenas boutiques, grandes restaurantes, hoteles de renombre, las mejores estéticas, oficinas de abogados reconocidos y prominentes contadores”.

Actualmente, el restaurante que dirige ha perdido afluencia de comensales. Hansen comenta que sólo reciben una tercera parte de los clientes que tenían en los noventas. Otra dinámica que ha cambiado son las personas que visitan el restaurante, hoy en día sus principales entradas provienen de turistas, en décadas pasadas la constante eran visitantes locales, en específico empresarios.

El gerente del comedor dice que muchos de los extranjeros que los visitan siguen viendo a la Zona Rosa con aires de esplendor de tiempos pasados. Hansen explica que los empresarios que vivieron las viejas glorias de la zona tratan de conservar lo que queda.

EL UNIVERSAL publicó una nota el 26 de julio de 2016 de Fanny Ruiz-Palacios donde recabó varios testimonios de restauranteros, como el caso de José Antonio Herrera, empleado del Boomers (bar) quien considera que el problema de los indigentes ya es excesivo: “Hay niños que desde los tres años que apenas caminan y ya están pidiendo monedas, vendiendo cigarros, algunos drogándose con cemento”.

“’La gente viene a comer y a pasar un rato agradable con la familia, pero nos ha tocado que vean indigentes al desnudo y es desagradable’, resaltó Daniel, gerente del Salón Corona (…). Cuando entran al establecimiento y molestan a la clientela ‘nosotros tenemos la obligación de pedirles que se retiren, pero si se ponen pesados ya le llamamos al policía’”.

Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente
Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente

Plaza del Angel, las galerías que sobreviven

Un espacio donde se pueden ver pequeñas galerías es la Plaza del Ángel. Este sitio se inauguró en 1975. Antes  de que se convirtiera en una espacio para galerías había diversos comercios como estéticas, jugos, tortas y hasta un cine pero la ilusión del dueño fue que se convirtiera en un lugar para venta de antigüedades, él no lo vio pero hace 25 años se consolidó como “centro de comercio de arte y antigüedades” y ahora es reconocido como “el más importante de América Latina” comenta a EL UNIVERSAL Alejandro Flores, coordinador del tianguis de antigüedades de la plaza.

“Todavía alcancé los comercios glamour, las joyerías importantes sobre todo en calle Londres y Hamburgo, los cafés (…) iba gente muy bien: artistas, escritores (…) maestros en la pintura pero también de la cinematografía”, recuerda Flores. Todo esto aún se podía observar hasta hace 25 años.

Hay 36 galerías en la plaza, todas son de antigüedades y otras pocas de arte contemporáneo: “La gente viene a buscar antigüedades (…) es la parte importante” el tianguis tiene 35 años, sólo se instala los sábados y cuenta con aproximadamente 105 chachareros. La plaza cierra a las siete de la noche entre semana y los sábados antes de las seis de la tarde.

La clientela ahora asiste muy temprano porque así “la gente se siente segura”. Antes, en la noche, las personas caminaban, bebía cafés, era un ambiente familiar. La afluencia a la Zona Rosa no bajó en números pero cambió el público, ahora se encuentra gente en “estados anormales”, drogados, borrachos, dijo Flores.

“El deterioro de la zona comienza entre hace 15 o 18 años (…) se descalabró”, desde que comienza la construcción de la Glorieta de Insurgentes, refiere a EL UNIVERSAL Alejandro Flores.

Centros de espectáculos –nocturnos– como el Keops, el Marrakech o Valentinos donde se presentaba “la crema y nata de Televisa” como José José y otros artistas tuvieron su auge en esta parte de la Juárez, en la década de los 80. Las discotecas dieron paso a antros y “se empiezan a hacer más concurrentes ese tipo de giros que para nosotros son giros negros”, la calle de Amberes se transforma radicalmente: se vuelve la “zona fuerte de ellos”, señala Flores.

Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente
Zona Rosa: de espacio de artistas a sitio decadente

A través del tiempo han visto “asesinatos, agresiones muy fuertes” como el caso de los 13 jóvenes secuestrados en el bar Heaven  (26 de mayo de 2013) y que fueron encontrados tres meses después en una fosa clandestina en Tlalmanalco, Estado de México. El problema fue el conflicto entre dos bandos de narcomenudistas: La Unión Insurgentes y La Unión Tepito, refiere Héctor de Mauleón en su Columna de EL UNIVERSAL con fecha de 5 de abril de 2016.

“Hemos peleado tener la zona a un nivel bueno, pero ya hay intereses por parte de la delegación (…) no nos han dado la oportunidad de mantenerla” al nivel deseado, o como lo fue en su época dorada. Periódicamente se realizan mesas de trabajo entre galeros, hoteleros, restauranteros y otros para rehacer la imagen de la Zona Rosa: “Difícilmente va a ser lo mismo que antes, pero la cosa es seguir haciendo un lugar turístico y cultural” dijo Verónica Osorio, administradora de la Plaza.

Una de las medidas que proponen para que la transformación de la Zona se lleve a cabo de manera rápida es “que desaparezcan esos giros, no estamos en contra de la homosexualidad pero ellos mismos lo han deformado” comentó Flores; ese es uno de los puntos clave.

Dice que las mesas de trabajo que se llevan a cabo actualmente con las autoridades tienen el propósito de presionar al gobierno para que intervenga y se vea realmente un cambio. Se tiene que “retomar mucho espacio público, retomar cuestiones culturales que se han perdido (como) las mismas esculturas que se encuentran sobre la calle de Génova, están abandonadas, maltratadas”, recalcó Osorio. Estas obras incluso están pintarrajeadas.

“Se está pensando en hacer otra calle peatonal como Madero, de hecho ahora ya hay un proyecto piloto sobre Génova donde cada 100 metros está una persona con el carrito de basura”, dijo Verónica Osorio, para que la gente (visitantes y residentes) tiren su basura y no la dejen en cada esquina donde antes había contenedores. Ese es el primer proyecto.

En cada esquina ahora hay una tienda de autoservicio y muchos ambulantes, limosneros e indigentes que dan mal aspecto a las calles; se deben regular todos los comercios y recuperar calles del arroyo vehicular, recalcan los entrevistados. La cultura se ha perdido de esa manera, dice Verónica.

Gobierno admite deterioro y promete rescate

En entrevista telefónica con EL UNIVERSAL, Gilberto Encinas, coordinador territorial interno de la delegación Cuauhtémoc, dijo que las quejas de los empresarios de la Zona Rosa son fundadas pues “la zona ha ido deteriorándose”, no sólo en el aspecto visible sino también en el aspecto social y cultural. Comentó que esto “va de la mano  de un crecimiento desbordado de la ciudad”, reporta que también hay problemas de prostitución, género e inseguridad aunque no son exclusivas de la Zona: están presentes en toda la ciudad.

Con los 300 millones de pesos que  tienen para invertir en la recuperación de la zona se iniciará un cambio de banquetas y repavimentación en toda la colonia Juárez. Se crearán instrumentos que permitan recaudar dinero delegacional, estatal y federal. La delegación no quiere perder el control de la Zona como ocurrió con el Fideicomiso para el Centro Histórico, sino que se quiere crear un "órgano económico" para recaudar fondos "para intervenir en la Zona (Rosa) (...) (Entre) vecinos, empresarios y la delegación", comentó el funcionario.

Encinas que se realizan procesos consultivos para determinar "la vocación económica y social" que tiene la Zona y de esta manera elegir entre "peatonalización o reducción de carriles", otros aspectos de movilidad o lo referente a la vivienda. Estas mesas se realizan desde hace dos meses entre funcionarios de la delegación, del gobierno central, vecinos y empresarios.

El coordinador territorial dijo que desde el primer día de la nueva administración "la delegación ha mejorado (...) hemos hecho obras en toda la colonia Juárez", también recordó que el dinero del fideicomiso de los parquímetros se utilizará en el alambrado público "que tanto hace falta".

Fotos antiguas: Archivo fotográfico EL UNIVERSAL.

Fuentes: Entrevista para EL UNIVERSAL de Alejandro Flores, coordinador del Tianguis sabatino de antigüedades de Plaza del Ángel y Verónica Osorio, administradora de la misma plaza , el 17 de septiembre de 2016; Zona Rosa: donde se respira aire de libertad, Secretaría de Turismo del Distrito Federal; Casasola, G., Seis siglos de historia gráfica de México, Tomo 12; Zona Rosa, el corredor cultural olvidado de Sonia Sierra, EL UNIVERSAL, 7 de noviembre de 2011;  Se quejan por indigentes en la Zona Rosa: empresas de Fanny Ruiz-Palacios, EL UNIVERSAL, 26 de julio de 2016; Elaboran diagnóstico de seguridad de la Zona Rosa de Diana Villavicencio, EL UNIVERSAL, 1 de septiembre de 2016; Mancera invertirá en recuperación de la Zona Rosa de Phenélope Aldaz, EL UNIVERSAL, 4 de agosto de 2016; Adiós al Cine Latino, IIE, UNAM, 2010.

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